Si viajas seguido por la autopista México-Puebla y eres curioso, seguro has visto un ángel monumental sentado sobre un cerro, pero, ¿sabes por qué está ahí?
Se trata de una obra escultórica que en agosto cumplió sus primeros siete años de existencia y que se ha convertido en parte del paisaje.
Lo primero que hay que saber es que se encuentra dentro del territorio del municipio de Ixtapaluca en el Estado de México.
En específico, en el Cerro del Elefante que en realidad se llama Tlapacoya, por un asentamiento arqueológico.
Llegó a colindar con las orillas del lago de Texcoco cuando alcanzó mayor volumen en su historia y puedes acceder por la carretera que conecta a la Ciudad de México y a Puebla.
El popular nombre se le ha dado porque se considera que la formación montañosa tiene la forma del paquidermo.
El monumental ángel lleva por nombre La Paz, mide 50 metros, es de acero y forma parte de la obra del escultor mexicano Jorge Marín.
Se inauguró en agosto de 2017 y hay algunas polémicas en torno a la obra debido a su elevado costo de 6.1 millones de pesos y el vandalismo que sufrió en pocos meses.
En años previos el mismo autor instaló otras obras en otros sitios mexiquenses como Tecámac, Valle de Bravo, La Marquesa y Ecatepec.
Hasta la obra de La Paz se le habían entregado 25.1 millones de recursos estatales para esas esculturas.
De acuerdo con información del estudio del artista formaron parte de un proyecto que buscó descentralizar el arte y ocupar espacios públicos.
En el caso del Cerro del Elefante, el ángel se instaló para promover la recreación entre los habitantes en un espacio natural.