De 1975 a 1978, Volkswagen produjo en la planta de Puebla, el Volkswagen T200 o mejor conocido como 'Hormiga', un pequeño camión con plataforma para carga ligera que se vendió sólo en nuestro país.
La armadora alemana diseñó este modelo. para competir en su segmento y fue un éxito rotundo.
En cuanto salió al mercado, este vehículo acaparó la atención por contar con una propuesta estética y mecánica, no vista antes.
Cuando salió al mercado, el lema publicitario fue: “La Hormiga, infatigable transporte económico de carga”, por lo que de inmediato se le comenzó a nombrar con el mismo nombre de esos increibles insectos.
Fabricada en la planta Volkswagen de Puebla, su nombre original era Basistransporter EA 489.
Se trataba de un vehículo de carga ligera que contaba con un sistema de tracción delantera, un motor de cuatro cilindros “Bóxer” de 1.6 L y 44 caballos de fuerza (el mismo motor que Volkswagen Sedan), la cual se acoplaba a una transmisión manual de cuatro velocidades.
La ‘hormiga’ o el modelo T200 llegaba a alcanzar una velocidad máxima de 85 km/h y su capacidad era de 750 kilogramos más tres tripulantes.
Aunado a estas características, su rendimiento era de 8.5 kilómetros por litro, que para los estándares de la época resultaba un consumo muy eficiente.
De acuerdo con Volkswagen México, en 1979 se fabricaron 3 mil 600 unidades de Volkswagen Hormiga.
Para el armado de este modelo, se usaron partes que se colocaban en otros modelos de la época, por ejemplo, el medidor de gasolina era el mismo que usaba el Safari.
En tanto que los cinturones de seguridad, eran los que se le colocaban al Volkswagen Sedán, mejor conocido como Vocho, la única visera con la que contaba era también la que usaba el Safari, al igual que las vestiduras.
Por otra parte, el volante, las llantas y los rines son los que usaba la Combi, mientras que los frenos que eran de tambor en sus cuatro ruedas, los delanteros eran los que usaban para las ruedas traseras de la combi y los traseros eran los de la Caribe.
Se trataba sin duda de un modelo austero pues no contaba con comodidades para sus ocupantes; no había tapizado en el interior, tenía ventanillas deslizantes básicas en las puertas, casi sin ninguna estructura de refuerzo.
La Hormiga era un vehículo de transporte austero, pero a pesar de ello, capaz de mover tres cuartos de tonelada de carga en una plataforma plana que podía estar equipada con redilas, o bien, disponible en formato de chasis-cabina para equiparse con el tipo de caja que mejor se adecuara a las necesidades del dueño.