Como ya es habitual, pero sobre todo en esta temporada del año, el Popocatépetl captó la atención de propios y extraños.
Durante la mañana de este sábado 17 de diciembre emitió una explosión espectacular a las 7 horas con 13 minutos, con la que proyectó su majestuosidad.
Y de paso recordó que es un volcán vivo que en cualquier momento puede registrar una mayor actividad e incluso arrojar material incandescente.
De acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), la fumarola se registró a las 7:13 horas y el semáforo de alerta volcánico permanece sin cambio en Amarillo Fase 2.
En las últimas 24 horas y mediante los sistemas de monitoreo del volcán Popocatépetl, se detectaron 53 exhalaciones acompañadas de vapor de agua, gases volcánicos y ligeras cantidades de ceniza.
Además, se registraron 105 minutos de tremor de baja amplitud y alta frecuencia.
Desde que se instalaron las cámaras de video para monitorear su actividad en la estación Altzomoni, como sociedad nos hemos habituado a observarlo y estar atentos a su actividad.
Pero no hay que dejar de considerar que el Popocatépetl es uno de los volcanes más activos del país.
Así como que después de setenta años de inactividad, el 21 de diciembre de 1994, hace casi 28 años, se notó un paulatino incremento en la actividad fumarólica con la que el volcán Popocatépetl reinició su movimiento.