Para los turistas y visitantes al Pueblo Mágico de Cuetzalan, en la Sierra Nororiental del estado de Puebla, es toda una atracción observar el ritual de los voladores, pero recientemente se ha vuelto viral un video que muestra cómo se observa esta danza desde las alturas.
El ritual de los voladores data desde la época prehispánica, principalmente para la región donde se asentó la cultura del totonaca, y consiste en cinco hombres que suben al palo hasta llegar al tecomate giratorio, el cual, es el punto de apoyo de los voladores.
Los voladores se apoyan de un bastidor de donde se lanzan al vacío apoyados con cuerdas amarradas a sus pies, lo que les permite girar y volar mientras descienden desde las alturas que superan desde lo 18 a los 35 metros de altura.
En el ritual el caporal ocupa la punta y acompañado de un tambor y una flauta empieza a hacer sonar música de notas prehispánicas. Los otros cuatro danzantes se colocan en dirección a cada uno de los puntos cardinales: norte, sur, oriente y poniente.
Mientras el caporal emite las notas de la flauta y el tambor, los otros cuatro saltan sujetados con cuerdas y comienzan a danzar en el aire con los brazos extendidos y con la mirada al cielo.
Los danzantes van al ritmo de la música indicada por el caporal, ya que cada sonido representa un tipo de movimiento, y así, los danzantes pueden girar hasta 13 veces de acuerdo con los 13 cielos del sol y que estos, multiplicados por cuatro dan como resultado 52, el número de un ciclo completo en el calendario prehispánico solar.
Esta danza, fue compartida por el danzante identificado como Abraham Khu, quien el pasado 27 de diciembre subió a sus redes sociales cómo se observa desde lo alto el ritual de los voladores de Cuetzalan.
El video tiene una duración de 4 minutos con 33 segundos, tiempo suficiente para mostrar el valor, la serenidad y el respeto que muestran los danzantes para llevar a cabo este ritual que atrae a visitantes y turistas que por primera vez presencian en vivo una danza como esta.
Del ritual de los voladores de Cuetzalan, localidad que también tiene la denominación de Pueblo Mágico, se pueden ver muchos videos, desde tierra hasta las alturas con ayuda de drones. Sin embargo, el clip de Abraham Khu llama la atención porque la grabación se da desde una cámara corporal que él porta.
El video no es apto para quienes tienen miedo a las alturas, pues al mirarlo genera esa sensación de estar al filo del abismo, que hace que se contraiga el estómago de los nervios que genera, pero al mismo tiempo provoca que la admiración por estos danzantes sea mayor.
En poco tiempo se puede admirar desde que los danzantes suben paso a paso el palo, que llega a tener una altura de 18 a 40 metros de alto; luego se observa el momento cuando cada uno de los danzantes toma sus posiciones y no tienen más que sus piernas para sujetarse mientras el caporal se pone de pie para iniciar con el ritual.
La cámara permite observar el nerviosismo, pero al mismo tiempo respeto, que el caporal tiene al ofrecer esta danza a los soles. Después de unos segundos se mira cómo nuevamente se sienta, se inclina y los demás voladores comienzan a descender.
Tener esta vista desde lo más alto puede provocar vértigo y hasta ansiedad para quienes tienen fobia a las alturas, pero al mismo tiempo permite ponerse, de manera visual, en el sitio de los danzantes, la mayoría de ellos jóvenes, pero con mucha experiencia.
El video termina cuando se complementa el descenso y tocan tierra, hasta que se quitan las cámaras y se despiden de sus seguidores.
Abraham Khu, a través de sus redes sociales, dio a conocer que la plataforma TikTok, donde ya tenía 2 millones de vistas, decidió retirar el video de dicha plataforma por considerar que mostraba escenas de riesgo que pudieran atentar contra su persona.
Por tal acción, el danzante decidió compartir su video, que grabó en una presentación en la localidad de Tequila, Veracruz, en Facebook y en YouTube, para que sea apreciado por más personas que poco o nada conocen del ritual de los voladores de Cuetzalan, Pueblo Mágico de Puebla.