El Feng Shui, antigua práctica china de armonización de espacios, ofrece valiosos consejos para preservar la energía del dinero en tu hogar. Esta disciplina ancestral considera la sal como un agente purificador y protector. Sus propiedades para absorber la humedad y eliminar impurezas físicas se extrapolan a un nivel energético, convirtiéndola en un recurso valioso en este ámbito.
Desde tiempos inmemoriales, la sal ha sido considerada un elemento esencial en el hogar, no solo por su valor culinario, sino por sus atributos alquímicos y su capacidad de protección. Se le atribuye el poder de conducir la energía positiva y actuar como un escudo ante influencias negativas.
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Aunque algunos puedan no creer en el poder de los rituales, la tradición de arrojar sal sobre el hombro al derramarla persiste como un gesto instintivo de respeto hacia este elemento. Se asocia con la prosperidad y la riqueza, lo que la convierte en un elemento simbólico en el ámbito financiero.
¿Donde colocar sal?
- Entrada de la casa: Colocar sal en la entrada del hogar actúa como un filtro energético, disipando las malas vibras que pueden ingresar desde el exterior.
- Esquina de la Abundancia (Sureste): Esta ubicación, asociada con la abundancia y la prosperidad, se beneficia de un recipiente con sal para atraer dinero y éxito en proyectos laborales.
- Esquina noroeste: Relacionada con la energía de mentores e individuos influyentes, la sal en esta esquina puede actuar como amuleto contra la envidia y las intenciones negativas.
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Al incorporar la sal en estos puntos estratégicos, se potencian sus beneficios esotéricos según el Feng Shui, creando un hogar armonizado y protegido.