Con la llegada de estos frescos vientos y los atardeceres que se presentan más temprano, es evidente que el otoño ha hecho su aparición en Puebla. Esta temporada no solo nos brinda la oportunidad de crear atuendos elegantes y abrigadores, sino que también marca el inicio de un periodo en el que las enfermedades respiratorias comienzan a proliferar en el ambiente. Por ello, es crucial ajustar nuestra alimentación para fortalecer el sistema inmunológico y prevenir que un resfriado nos deje en la cama. Si quieres saber más, no te pierdas esta nota de El Universal Puebla.
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Además de su exquisito sabor, consumir frutas de temporada es una excelente manera de promover tanto nuestra nutrición como la sostenibilidad del medio ambiente. Al optar por estos productos, aprovechamos su frescura y calidad en su mejor momento, lo que no solo enriquece nuestra dieta con nutrientes óptimos, sino que también disminuye el impacto ambiental asociado con el transporte y el almacenamiento prolongado. Al elegir frutas de temporada, apoyamos a los productores locales y contribuimos a un sistema alimentario más sostenible, beneficiando a nuestra salud y al planeta al mismo tiempo.
Durante esta encantadora temporada de otoño, hay una variedad de frutas que brillan por su sabor y frescura. Entre ellas, encontramos la granada, conocida por sus jugosos y coloridos granos; la mandarina, que aporta un toque cítrico y refrescante; y el higo, que ofrece una textura suave y dulce. También destacan las uvas, ideales para comer solas o en ensaladas, y las clásicas manzanas y peras, que son perfectas para hacer postres o disfrutarlas como bocadillos saludables. Además, los tejocotes, con su peculiar sabor agridulce, son una delicia típica de la temporada, al igual que el durazno, que aporta dulzura y jugosidad.
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Incluir alimentos de temporada en nuestra dieta ofrece numerosos beneficios, tanto en términos de calidad como de sabor, y generalmente a un precio más accesible. Estos productos son cosechados en su punto óptimo de madurez, lo que significa que son más frescos y sabrosos. Además, al ser abundantes en su temporada, los costos de producción y transporte suelen ser más bajos, lo que se traduce en precios más económicos para los consumidores.