Hace unos días, en redes sociales, se viralizó el caso de un hombre que por más de siete años capturó y engordó a perros callejeros para después matarlos y venderlos como carne a taqueros del municipio de Nezahualcóyotl, en el Estado de México,
Este acto de maltrato animal indignó a los usuarios, puesto que en las imágenes que han dado la vuelta al mundo se pueden observar decenas de jaulas con perros en mal estado viviendo en un inmueble ubicado en la colonia Benito Juárez.
Lamentablemente por años los vecinos ya habían denunciado el inmueble alegando que existía un matadero clandestino de perros que servía para abastecer taquerías.
Casos como el de Nezahualcóyotl han sucedido en el estado de Puebla, convirtiendo el mito en una escandalosa y triste realidad.
Uno de los más sonados fue el de María Consuelo, una mujer de Bosques de San Sebastián, que robaba perros de la zona y los mataba para comercializar su carne.
Más de 30 perros fueron secuestrados por esta mujer quien, según los vecinos, vendía carne enchilada los fines de semana afuera de una Farmacia Guadalajara, al parecer de los canes.
Este macabro hallazgo fue hecho por los mismos habitantes de Bosques de San Sebastián, quienes molestos por la desaparición de sus mascotas, acudieron al edificio de María Consuelo, para exigir una respuesta.
Al sentirse acorralada, la responsable escapó del edificio y fue cuando los vecinos, al entrar al departamento, se llevaron una horrible impresión.
Al interior de la casa se hallaban más de 30 animales, entre ellos palomas y conejos en condiciones deplorables. Había cadáveres de perros en el refrigerador los cuales, supuestamente, mató para comer y comercializar la carne.
Según los reportes, el hijo mayor de María Consuelo, de 17 años, declaró a la policía que su alimento eran las mascotas sin vida que su madre guardaba en el refrigerador. El joven fue trasladado en una ambulancia al DIF, debido a que usa silla de ruedas
Este suceso se pudo prevenir puesto que los vecinos ya habían reportado a las autoridades la misteriosa desaparición de los animales de la zona, pero fueron ignorados hasta que se suscitó el delito.
Otro caso polémico en la ciudad de Puebla fue el restaurante de comida china llamado "La Casa de Chang” quien fue denunciado por varios usuarios de vender carne de perro en su menú.
A través de una petición de Change.org, los poblanos solicitaron que el gobierno retirara estos establecimientos después de que en redes sociales circuló una fotografía de un canino que era descuartizado, presuntamente, en los alrededores del lugar.
En China se roban y matan miles de perros en un festival llamado Yulin, que es un atractivo mundial por el consumo de esta criatura doméstica. Hoy en México, en el centro de la ciudad de Puebla, no quiero pensar que por medios turbios, "La Casa de Chang", es el restaurante que inicia una nueva costumbre trasladada desde China.” se lee en la petición.
Esta práctica está prohibida por las autoridades y sobre todo está mal visto comerse al “mejor amigo del hombre” por lo que para llegar a ser tacos de carne de perro pasan por torturas y malos procesos.
Puebla es uno de los quince estados en México en donde el maltrato animal se encuentra tipificado como delito.
En el artículo 470 se establece que la persona que realice actos de maltrato o crueldad en contra de cualquier animal con la intención de ocasionar dolor sin causa justificada y se cause lesiones que no ponga en peligro la vida del animal recibirá sanciones de seis meses a dos años de prisión, así como una multa de 50 a 100 días de salario mínimo.
Mientras que, si los actos de crueldad provocan la muerte del animal, las sanciones aumentan de dos a cuatro años de prisión, como una multa de 200 a 400 días de salario.
Dentro de esta sección también se encuentran las sanciones de uno a cuatro años de prisión, como una multa de 200 a 400 días de salario a la persona que organice, promueva, difunda o realice una o varias peleas de perros o las permita en su propiedad.