El caso de Marilyn Cote, quien fue denunciada por ejercer como psiquiatra en Puebla sin contar con la cédula profesional, ha generado una ola de denuncias en redes sociales sobre otros impostores en el ámbito de la salud mental. Ahora, un nuevo caso ha salido a la luz en el Estado de México, donde Rosa Barrancos López es acusada de ostentar títulos falsos y de ejercer profesiones que no está legalmente autorizada para desempeñar.
A través de la cuenta de Twitter @CharlatanesMed, se ha compartido un hilo que revela diversas irregularidades relacionadas con Barrancos López, quien afirma tener estudios en áreas como psiquiatría clínica, neuropsiquiatría, psicología, psicoterapia, y ser médico cirujano por más de 25 años.
Sin embargo, según la denuncia, no cuenta con cédulas profesionales para ejercer en cualquiera de las áreas que dice dominar.
A pesar de las denuncias en su contra, Barrancos López no ha proporcionado su cédula profesional ni su nombre completo a quienes la han contactado para confirmar su legitimidad, argumentando que se trata de “información personal”.
El caso ha generado inquietud, pues la falsa profesional también ha sido señalada de amenazar a quienes cuestionan sus estudios.
En las redes sociales se ha indicado que algunas de las referencias de pacientes en su página de Facebook podrían ser cuentas falsas, ya que muchas de estas personas solo tienen una sola recomendación registrada, lo que levanta sospechas sobre la veracidad de las opiniones.
Este fenómeno no es aislado, puesto que el caso de Marilyn Cote sigue siendo investigado por la Fiscalía General del Estado de Puebla, que ha abierto una carpeta de investigación en su contra tras el descubrimiento de documentos falsos en su consultorio. La autoridad busca a la falsa psiquiatra, quien sigue prófuga.
Mientras tanto, se recomienda a los ciudadanos verificar siempre las cédulas profesionales de los especialistas a través del sitio oficial de la Secretaría de Educación Pública (SEP), disponible en https://www.cedulaprofesional.sep.gob.mx/, para evitar caer en manos de personas que se hacen pasar por profesionales sin tener la preparación ni la legalidad para ofrecer servicios médicos o terapéuticos.