La defraudación o evasión fiscal ocurre cuando una persona o entidad evade sus responsabilidades fiscales a través de diversas prácticas ilícitas. Entre las principales formas de evasión se incluyen el uso de comprobantes fiscales falsos, lo que permite simular operaciones que no han ocurrido realmente. También se presenta en la omisión reiterada de la expedición de facturas, lo cual impide el registro adecuado de las transacciones y la correcta tributación de los ingresos. Hacer este tipo de prácticas puede traer consigo consecuencias legales y tributarias, si quieres saber más, no te pierdas esta nota de El Universal Puebla.
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Hasta la fecha, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha dado a conocer la información de 728 contribuyentes que han incurrido en prácticas fiscales irregulares. De este total, 623 son personas morales (empresas) y 105 son personas físicas. Esta divulgación responde a un esfuerzo por combatir la evasión fiscal y fomentar la transparencia, identificando a aquellos que no cumplen con sus obligaciones tributarias, ya sea mediante el uso de comprobantes fiscales falsos, omisión de ingresos o deducciones fraudulentas. El SAT busca así garantizar un entorno fiscal más justo y equilibrado, sancionando a quienes evaden sus responsabilidades tributarias y asegurando que todos los contribuyentes contribuyan de manera equitativa al sostenimiento del país.
¿Se puede castigar con cárcel si se factura y no se declara IVA e ISR?
Todos los negocios y personas en México tienen la responsabilidad de cumplir con sus obligaciones fiscales, lo que incluye el pago de tres impuestos principales: el IVA (Impuesto al Valor Agregado), el ISR (Impuesto sobre la Renta) y el IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios). Estos impuestos son fundamentales para el sistema fiscal del país y afectan tanto a personas físicas como morales, dependiendo de su actividad económica.
- Carta de invitación:
El SAT envía una carta de invitación al contribuyente, ya sea mediante un mensaje de texto o correo electrónico, para recordarle la importancia de ponerse al corriente con sus obligaciones fiscales. En el mensaje, se le invita a regularizar su situación, advirtiendo que de no hacerlo, podría enfrentar penalizaciones económicas. Estas penalizaciones incluyen recargos (intereses moratorios por el tiempo de retraso), actualizaciones (ajustes en el adeudo debido al impacto de la inflación) y multas (sanciones por no presentar las declaraciones fiscales dentro de los plazos establecidos).
- Multa:
Si el contribuyente no responde a la carta de invitación y no regulariza su situación, el SAT procederá a imponer una multa. El monto total de lo que se debe pagar se acumula, incluyendo el impuesto corriente, los recargos, las actualizaciones y la multa. Este conjunto de penalizaciones puede incrementar considerablemente la deuda original.
- Bloqueo de cuentas o embargos:
Si el negocio sigue operando y continúa recibiendo ingresos, el SAT tiene la facultad de intervenir las cuentas bancarias del contribuyente. Esto implica un bloqueo de cuentas para evitar que sigan realizando cobros o pagos, lo que afecta el flujo de efectivo de la empresa. Además, el SAT puede proceder a embargar bienes del contribuyente, como propiedades o vehículos, con el fin de retener el pago del adeudo pendiente. Estas medidas son una forma de garantizar que se cumpla con el pago de impuestos adeudados.
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El Servicio de Administración Tributaria (SAT) busca que el contribuyente salde sus adeudos fiscales mediante el pago total de los impuestos no declarados en una sola exhibición. No obstante, si el contribuyente no puede realizar el pago completo de inmediato, existe la posibilidad de negociar la deuda. El SAT permite llegar a acuerdos de pago, lo que puede incluir planes de liquidación a plazos, donde el contribuyente podrá saldar su deuda de manera gradual, evitando sanciones mayores. Sin embargo, este tipo de acuerdos suele estar sujeto a ciertos requisitos y condiciones, como el pago de recargos, actualizaciones y, en algunos casos, multas, dependiendo del monto adeudado y el tiempo que ha pasado desde el incumplimiento. La negociación busca facilitar el cumplimiento de las obligaciones fiscales y evitar medidas más drásticas, como embargos o bloqueos de cuentas.