La cemita poblana, uno de los platillos más emblemáticos del estado de Puebla, ha conquistado millones de paladares tanto locales como internacionales gracias a su singular sabor y la mezcla de ingredientes que la caracterizan. Sin embargo, su origen exacto sigue siendo un tema de debate. Es por ello que recurrimos a la Inteligencia Artificial (IA) para obtener una respuesta y seguramente te dejará asombrado como a nosotros.
Antes de saber la respuesta de la IA debes saber que la gastronomía poblana es de las más diversas y deliciosas de México, su cocina es mezcla de influencias indígena, española y árabe. Bajo este sentido, la cemita es similar a una torta y elaborada con pan de sésamo y varios ingredientes que hacen que su sabor sea único en todo el país.
Según la IA, las cemitas poblanas no tienen un inventor específico, ya que surgieron como resultado de la creatividad colectiva de las comunidades poblanas. Su origen está ligado a los mercados de Puebla, donde panaderos locales crearon el pan característico de la cemita, enriquecido con ajonjolí, y las cocineras comenzaron a rellenarlo con ingredientes típicos de la región, como el queso, la milanesa, el aguacate y el pápalo.
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Y, ¿qué dice la historia de nuestro estado? Según la Secretaría de Turismo, la creación de la cemita se remonta al siglo XVIII. Este alimento tiene raíces ibéricas y se elaboraba a partir de dos variedades de pan que, durante el Virreinato, Puebla entregaba como tributo a la Corona española. Tras la intervención francesa, el pan de cemita evolucionó en sabor y forma hasta convertirse en lo que conocemos hoy.
El historiador Carlos Eduardo Benítez destaca que el nombre “cemita” está relacionado con el pan sin levadura de origen judío (semita), cultivado en España por la comunidad sefardita desde el Imperio Romano. Además, menciona que el consumo de las cemitas se popularizó a principios del siglo XIX como un alimento cotidiano entre obreros y artesanos, siendo un tentempié fácil de guardar y transportar.
En sus inicios, la preparación de las cemitas era sencilla, con ingredientes como frijoles y nopales. Sin embargo, para que una cemita sea considerada verdaderamente poblana, debe incluir los siguientes elementos:
El mercado de La Victoria, ubicado en el centro histórico de Puebla, entre las calles 5 de Mayo y 3 Norte, así como las calles 4 y 8 Poniente, es considerado la cuna de la cemita poblana. En este mercado se vendía el pan conocido como “pan de suela”, caracterizado por tener salvado en la parte inferior y ajonjolí en la superior.
Los viajeros adquirían este pan junto con otros ingredientes como aguacate, queso blanco, pata de res, chiles en vinagre y pápalo para rellenarlos. Con el tiempo, en este lugar se comenzaron a vender cemitas ya preparadas, siendo las de pata las originales. Posteriormente, surgieron otras variantes como las de milanesa, carne enchilada y las combinaciones que conocemos hoy en día.
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Por estas razones, el mercado de La Victoria se considera el lugar donde nació la tradición de la cemita poblana, un platillo que forma parte del legado culinario de México.