La figura de México como uno de los gigantes de la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf) quedó en el pasado. La derrota sufrida ante la selección de Honduras, más allá de representar una lección severa y cuestionar las decisiones de Javier Aguirre, “El Vasco”, plantea un escenario preocupante:
¿Qué sucedería si la selección mexicana pierde nuevamente ante Honduras en el partido de vuelta o, en el peor de los casos, no logra superar a su rival?
En primer lugar, sería un descalabro significativo en los cuartos de final de la Liga de Naciones de la Concacaf. La derrota por 2-0 en el partido de ida obliga a México a vencer a Honduras con un marcador de al menos 3-0.
Sin embargo, si la selección rival anota, debido al valor del gol de visitante, la escuadra mexicana necesitará marcar al menos dos goles por cada tanto recibido.
El panorama frente al juego de vuelta contra Honduras
Jugar como local en el Estadio Nemesio Diez, en Toluca, donde la altura representa un desafío físico para los hondureños, es una ventaja para México. Sin embargo, la situación sigue siendo complicada, ya que la presión y la necesidad de un marcador contundente estarán presentes.
México necesita un triunfo claro para asegurar su lugar en el Final Four, que se llevará a cabo en Estados Unidos en marzo de 2025. Aunque conquistar el campeonato parece complicado, no es imposible. Sin embargo, una derrota o un empate marcarían el rumbo del seleccionado mexicano de cara al próximo Mundial.
Esto llevaría a los directivos de la Federación Mexicana de Fútbol a considerar medidas drásticas, incluyendo el posible relevo de Javier Aguirre y su cuerpo técnico.
La clasificación a la Copa Oro
Además, existe el tema de la Copa Oro. Según las reglas, los ganadores de los cuartos de final de la Liga A y los primeros lugares de la fase de grupos de la Liga B obtendrán los ocho cupos directos para el torneo.
Si México pierde ante Honduras en los cuartos de final, deberá disputar un torneo clasificatorio contra 14 selecciones de la Concacaf, donde estarán en juego los ocho boletos restantes. Este torneo incluiría equipos con un ranking inferior, como Martinica, Trinidad y Tobago, Guyana o Islas Caimán.
El reto para México es claro: lograr un triunfo contundente en el partido de vuelta, tanto para asegurar su lugar en el Final Four como para evitar complicaciones en el camino hacia la Copa Oro.
