En la actualidad, entre algunos sectores sociales de Puebla, en particular, y del país en general, prevalece la tradición de mojarse durante el Sábado de Gloria como parte de la celebración. Se trata de un juego social en el que generalmente se busca sorprender a las personas y mojarlas.
Esta acción social no forma parte de las celebraciones oficiales de la Semana Santa, pero ha prevalecido a lo largo de la historia.
Incluso desde hace bastantes años, ante la escasez cada día más notoria del vital líquido, las autoridades han establecido sanciones económicas y punitivas para quienes se mojan en las calles. Sin embargo, hay que tener presente que se trata de una tradición milenaria.
Registros históricos indican que, en la antigua Roma, la población se bañaba en Sábado de Gloria como una expresión de celebración, ya que durante esa época la Iglesia ordenaba a los fieles no bañarse durante la Semana Santa porque se consideraba un pecado. Sin embargo, como el agua es apreciada como un elemento purificador, al bañarse las personas lo hacían como parte de una celebración, una forma de purificarse y expiar los pecados.
Otra versión indica que, en espera de la resurrección de Jesús, los fieles se congregaban para bautizarse y, como parte de ello, los sacerdotes utilizaban agua, como es tradicional. Pero al ser tantas las personas que se debían bautizar, se arrojaba agua a todos. Y así, con el paso del tiempo, mojarse en Sábado de Gloria se convirtió en una tradición, con la que se busca purificar el cuerpo y expiar los pecados.
Con el paso del tiempo, algunas personas han optado por acudir a los balnearios para mojarse o bien hacerlo en espacios cerrados dentro de un domicilio o predio, a fin de no ser sancionados, pero es evidente que la tradición aún se mantiene.
