Ya pasaron cuatro meses desde que apareció el mega socavón de Puebla, en la comunidad de Santa María Zacatepec, municipio Juan C. Bonilla.
¿Qué ha pasado desde entonces con esta enorme oquedad que se abrió en un terreno de cultivo?
Algunas de las primeras dudas sobre este fenómeno geológico ya han sido respondidas por los especialistas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a través del Instituto de Geología.
Sin embargo, los estudios sobre el socavón de Puebla continúan. Recientemente el gobernador Miguel Barbosa dio a conocer que un informe sobre la zona reveló que hay dos oquedades, una menor que está dentro del perímetro resguardado, y una oquedad mayor que está afuera, lo cual representa un riesgo para los habitantes o visitantes.
“No están los hoyos, cuando me refiero a oquedad no es que estén los hoyos allí hechos, no; es que están detectados que pueden ocurrir. No del tamaño del super socavón, pero sí fui informado de eso”, señaló Barbosa.
Debido a lo anterior, el gobierno de Puebla mantiene un perímetro de seguridad en la zona.
Durante las primeras semanas, el crecimiento del agujero fue exponencial. Posteriormente, el tamaño del oquedad se estabilizó.
Ana Lucía Hill Mayoral, secretaria de Gobernación estatal, informó que el socavón de Puebla mantiene las siguientes dimensiones: 126 metros de diámetro en el eje mayor y 123 metros en el eje menor.
Cuando apareció el 29 de mayo, el socavón de Santa María Zacatepec tenía un diámetro máximo de 59.26 metros.
Estudios de hidrología y geohidrología, realizados por especialistas del Centro Interdisciplinario de Investigaciones y Estudios sobre Medio Ambiente y Desarrollo del IPN, descubrieron la presencia de pozos clandestinos en la zona, es decir que no se encuentran en el Registro Público de Derechos de Agua (REPDA).
"El área de Juan C. Bonilla se encuentra albergando 47 pozos registrados ante el REPDA bajo los usos agrícolas, urbano e industriales, siendo el primero al que, según esta base de datos, corresponde el 79% de la extracción reportada en este sistema. Sin embargo, el trabajo de campo permitió identificar que los pozos en operación en la zona son muchos más de los registrados en esta plataforma. La zona en la que se encuentra el socavón presenta un pozo tipo noria por cada casa, extrayendo un volumen y usos que no están cuantificados".
Los especialistas también señalaron en su investigación que en 2005, el agua de los pozos se encontraba a una profundidad de 11 y 12 metros.
“Sin embargo, el nivel ha descendido 8 metros en los últimos 15 años quedando el nivel estático a los 18-19 metros de profundidad actualmente. Los 8 metros de esta formación que ha perdido la zona saturada, los gana la zona de aireación quedando con oquedades debido al arrastre de sedimento que provocan los conos de abatimiento generados por los pozos de explotación y los flujos concéntricos en ellos”.
En sus conclusiones, el reporte califica esas oquedades como una de las causas de la formación del socavón de Puebla.
“Las oquedades producidas en las zonas de aireación ocasionaron un colapso en el cual el techo se derrumba formando una figura elíptica o cuasi circular. La erosión provocada por la lluvia afecta en toda la zona y marca un patrón circular en la periferia del socavón por los escurrimientos que se dirigen hacia el centro”.
El piping es el tipo de erosión que forma “canales” o “tuberías”, las cuales a veces son pequeñas, explicó Rafael Antonio López Martínez, especialista del Instituto de Geología de la UNAM.
El agua se va llevando de manera selectiva las partículas que están dentro del sedimento, cuando esas partículas se empiezan a ir dejan huecos en la zona, destacó el experto.
En tanto que Ramón Espinasa Pereña, especialista en vulcanología del Instituto de Geología de la UNAM, señaló que hace 30 mil años, una porción del Iztaccíhuatl tuvo una gran erupción.
Ochocientos años después, una erupción del Popocatépetl cubrió de cenizas toda la porción oriental del volcán Iztaccíhuatl. Las lluvias posteriores movilizaron las cenizas para generar una serie de flujos de lodo que bajaron por las barrancas.
De tal forma que la zona donde apareció el socavón de Puebla está constituida por los depósitos del Volcán Pies y, posteriormente, por los flujos de lodo o lahares provocados por la erupción del Popocatépetl.