¿Sabías que hace más de 100 años una nevada cubrió la ciudad de Puebla? Este fenómeno, aunque parezca sacado de una película, marcó un capítulo único en la historia de la ciudad. Pero, ¿te imaginas cómo sería vivir algo así en el presente? Gracias a la Inteligencia Artificial (IA), ahora puedes visualizar cómo lucirían los monumentos y sitios más emblemáticos de Puebla bajo un manto de nieve.
De acuerdo con el cronista David Ramírez Huitrón, creador de la página de Facebook Puebla Antigua, el 6 de febrero de 1908, la capital poblana transcurría como un día normal. Aunque aún era invierno, no hacía frío, pero la presencia de nubarrones presagiaba una posible tormenta.
Alrededor de las 17:30 horas, el cronista relata que el cielo comenzó a "caerse literalmente" de una forma jamás vista en la historia de Puebla.
Durante más de 45 minutos, una gruesa manta de hielo en forma de granizo cayó sobre la ciudad, causando graves daños.
Una vez que la tormenta se detuvo, las calles de Puebla quedaron cubiertas por una gruesa capa de hielo. Este fenómeno natural asombró a toda la población, que jamás había presenciado una granizada de tal magnitud.
Sin embargo, también trajo consigo consecuencias significativas, como daños en varios edificios y establecimientos, así como la suspensión de la red eléctrica por varios días
Le preguntamos a ChatGPT, y estas son algunas de las posibles consecuencias de que un fenómeno invernal como este o incluso una nevada se repitiera en Puebla y esto es lo que nos respondió.
Las calles empedradas del Centro Histórico, las cúpulas de sus iglesias y la majestuosa catedral se vestirían de blanco, creando paisajes de ensueño dignos de postales. Este evento sería un atractivo visual único que atraería a fotógrafos, artistas y turistas de todas partes.
La infraestructura de Puebla, diseñada para climas templados, enfrentaría retos significativos. Calles resbaladizas, interrupciones en el tráfico y posibles cortes de energía serían desafíos inmediatos para los habitantes y autoridades.
La nieve o el hielo podrían afectar gravemente los cultivos en zonas rurales, especialmente aquellos que no están adaptados a bajas temperaturas. Sin embargo, también podría generar beneficios, como el aumento en la recarga de acuíferos o el enriquecimiento del suelo.
Un evento tan atípico abriría el debate sobre sus posibles causas. ¿Es un ciclo natural del clima o un indicio del cambio climático? Este fenómeno impulsaría reflexiones tanto en la sociedad como en la comunidad científica.