El plátano es una de las frutas preferidas por millones de personas en todo el mundo. Se distingue por su carácter saciante y su portabilidad, convirtiéndolo en un compañero común de cientos de personas. Este fruto es una fuente rica en energía y se favorece especialmente entre quienes practican deportes debido a su alto contenido de carbohidratos.
Tienen importantes nutrientes y beneficios. Entre sus propiedades, se destacan la vitamina A, vitamina B1, vitamina B2, vitamina B3, vitamina B6, vitamina B9, vitamina C, vitamina E y vitamina K, entre otros. Por otra parte, tiene minerales como el calcio, el fósforo, el magnesio y ayuda a adelgazar ya que colabora para controlar el apetito y no comer de más. Ahora, una de las grandes incógnitas es qué le pasa a mi cuerpo si como un plátano todos los días.
La respuesta es sencilla. Si bien comerlo en exceso puede provocando hipertensión y palpitaciones, además de problemas gastrointestinales, disfrutar de esta fruta con moderación es la clave para aprovechar sus beneficios sin riesgos y aconsejan no comer más de tres por día. Incluso, el portal especializado Mejor con Salud explicó los beneficios que esta le trae al organismo:
Para que esta fruta no se deteriore, uno de los principales consejos es no refrigerar los plátanos, a menos que las temperaturas sean muy altas para que no se pongan negros. La temperatura ideal para conservarlos es alrededor de 14 °C. Otra opción es envolverlos en papel de diario antes de refrigerarlos, o incluso puedes dejarlos dentro de un paño de cocina húmedo en el refrigerador.
También es recomendable mantenerlos en su racimo. Además, puedes envolver las puntas de los plátanos con papel film o papel de aluminio. Esto evitará que entre aire y ralentizará el proceso de maduración. Cuando vayas a consumir un plátano, asegúrate de sacar solo el que vas a comer y vuelve a envolver el resto.