De acuerdo con información difundida por científicos atómicos, el reloj del fin del mundo se movió y hay una nueva fecha, lo que lleva a preguntar qué hora marca ahora.
Los científicos atómicos determinaron que el reloj marca 89 segundos para la medianoche, el punto teórico de la aniquilación, lo que significa un segundo menos que el año pasado.
¿Cómo surgió el reloj del fin del mundo?
El ajuste del reloj del fin del mundo recae en el Consejo de Ciencia y Seguridad del Boletín de Científicos Atómicos, creado en 1947 en la Universidad de Chicago, y se utiliza como una advertencia sobre los peligros de eventos catastróficos.
El reloj fue ideado durante la tensión de la Guerra Fría que siguió a la Segunda Guerra Mundial para alertar al público sobre lo cerca que estaba la humanidad de su propia destrucción.
Al dar a conocer el movimiento del reloj del fin del mundo, el presidente del Consejo de Ciencia y Seguridad del Boletín, Daniel Holz, señaló: “los factores que determinan la decisión de este año —el riesgo nuclear, el cambio climático, el posible uso indebido de los avances en ciencia biológica y otras tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial— no son nuevos en 2024.”
“Pero no se ha avanzado lo suficiente en la resolución de los principales retos y, en muchos casos, esto está provocando efectos cada vez más negativos y preocupantes”, agregó. “Poner el Reloj del Juicio Final a 89 segundos de la medianoche es una advertencia para todos los líderes mundiales.”
Holz también habló de los conflictos internacionales, como los protagonizados por Ucrania y Rusia, Israel y Gaza, así como de la participación de Irán, China, Taiwán, Corea del Norte y Pekín.
Expresó: “estamos muy atentos y esperamos que se mantenga el alto el fuego en Gaza. La tensión en Oriente Medio, incluido Irán, sigue siendo peligrosamente inestable”, afirmó Holz. “Hay otros posibles puntos calientes en todo el mundo, como Taiwán y Corea del Norte. Cualquiera de ellos podría convertirse en una conflagración en la que participen potencias nucleares, con resultados impredecibles y potencialmente devastadores.”
Sobre la Inteligencia Qrtificial, señaló: “los avances en IA están comenzando a aparecer en el campo de batalla de forma tímida pero preocupante, y es especialmente inquietante la posibilidad futura de aplicaciones de IA en armas nucleares. Además, la IA está perturbando cada vez más el ecosistema mundial de la información.”