En un intento por desentrañar algunos de los misterios más intrigantes de Puebla, decidimos preguntarle a ChatGPT -la herramienta de Inteligencia Artificial más utilizada en el mundo-, qué esconde el socavón de Puebla.
El 29 de mayo de 2021, en los terrenos de la comunidad de Santa María Zacatepec, en el municipio de Juan Crisóstomo Bonilla, se originó un enorme socavón con un estimado de 5 metros de diámetro.
Inmediatamente, la zona fue acordonada por elementos de Protección Civil y cuerpos de Seguridad Pública.
Al lugar llegaron especialistas y medios de comunicación para darle seguimiento. Sin embargo, nadie se esperaba que el socavón comenzara a crecer hasta alcanzar los 100 metros en pocos días.
Para el 4 de junio de 2021, ya medía 97 metros de diámetro en su eje mayor, lo que ocasionó el desprendimiento de una vivienda que se encontraba en las proximidades del socavón.
Dos años después, en un reportaje especial de El Universal Puebla, se dio a conocer que actualmente el socavón mide 132 metros de diámetro en su eje mayor y 129 metros en el eje menor, con una profundidad de 50 metros.
Según la IA, debajo de la superficie del socavón de Zacatepec se encuentra una formación inusual: está rodeado de estalactitas y estalagmitas que forman una ciudad subterránea.
Esta revelación ha generado un gran interés y especulación sobre la posible existencia de una civilización desconocida o una estructura geológica extraordinaria.
Las imágenes de la IA revelan que debajo se está formando una especie de ciudad subterránea.
Además de esta sorprendente formación geológica, la IA también sugiere la presencia de lo que parece ser es una ciudad en el interior del socavón.
Es esencial recordar que las imágenes del socavón de Zacatepec, incluyendo la representación de una ciudad subterránea rodeada de estalactitas y estalagmitas, fueron generadas por un algoritmo de Inteligencia Artificial.
Aunque son impactantes y fascinantes, es fundamental comprender que estas imágenes son simplemente una interpretación basada en los datos proporcionados a la IA, de tal manera que no se pueden considerar como científicos o algo verdadero.