Actualmente, muchas personas padecen de insomnio, lo que puede resultar en falta de concentración e irritabilidad al día siguiente, entre otros problemas. Es importante señalar que el estrés puede ser una de las razones detrás de la falta de sueño reparador. Si has probado diversas maneras de dormir bien y no has tenido éxito, aquí te mostramos cómo aplicar la técnica de “respiración de abeja”. Si quieres saber más, no te pierdas esta nota de El Universal Puebla.
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No obstante, descansar es vital no solo para el cerebro. Según el Dr. Michael Twery, un experto del NIH en el sueño, "el descanso influye en casi todos los tejidos de nuestro cuerpo". Esto incluye efectos sobre las hormonas del crecimiento y del estrés, así como en nuestro sistema inmunológico, el apetito, la respiración, la presión arterial y la salud cardiovascular. Las investigaciones indican que la falta de sueño incrementa el riesgo de obesidad, enfermedades cardíacas e infecciones. Durante la noche, la frecuencia cardíaca, la respiración y la presión arterial fluctúan, un proceso que puede ser crucial para la salud del corazón. Mientras dormimos, el cuerpo libera hormonas que ayudan a reparar las células y a regular el uso de energía, lo que puede impactar en el peso corporal.
La “respiración de abeja” recibe su nombre del sonido que se produce al exhalar, similar al zumbido de ese insecto. Este ejercicio es parte de las pranayamas en yoga, que son técnicas de control de la respiración diseñadas para fomentar la calma mental y reducir la ansiedad. Al practicar esta técnica, te concentras en el zumbido, desconectándote del entorno y permitiendo que tu mente alcance un estado de profunda relajación.
Para realizar la respiración de abeja y ayudarte a dormir rápidamente, es fundamental seguir algunos pasos sencillos. La postura es esencial: debes estar cómodo y mantener la columna recta, ya sea sentado sobre la cama o en el suelo. Luego, bloquea tus oídos con los pulgares, mientras los otros dedos descansan sobre tu frente y ojos para minimizar las distracciones. Inhala profundamente por la nariz y, al exhalar, produce el zumbido con la boca cerrada, imitando el sonido de una abeja. Esta respiración debe repetirse durante unos diez minutos para sentir sus beneficios.
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Además de los beneficios generales de cualquier pranayama, como alcanzar un estado de paz interior y bienestar, la respiración de abeja específicamente facilita el sueño, lo cual es esencial para quienes padecen insomnio, y activa el sistema parasimpático. El zumbido incrementa la concentración y, al mismo tiempo, la vibración en la garganta ayuda a fortalecer las cuerdas vocales, mejorando así la calidad de la voz. Este último beneficio puede ser particularmente interesante para quienes utilizan su voz como herramienta de trabajo.