La tecnología se ha transformado en una parte integral de la vida diaria, y su efecto es especialmente evidente en las generaciones más jóvenes. A nivel mundial, un estudio de 2019 mostró que cerca del 50% de los adolescentes se considera adicto a sus teléfonos móviles. Esta profunda conexión con lo digital comienza a una edad sorprendentemente temprana; según una encuesta de UNICEF de 2020, hay niños que solicitan su primer celular alrededor de los 7 años. Esta dependencia ha traído como consecuencia daños en la salud, si quieres saber más, no te pierdas esta nota de El Universal Puebla.
Si sientes molestias en el cuello tras pasar mucho tiempo usando tu móvil, podrías estar sufriendo el síndrome cervical de pantalla, también llamado cuello de texto o cuello de smartphone. Esta condición está asociada con el uso excesivo de dispositivos electrónicos como teléfonos, tabletas y computadoras, y requiere tratamiento a través de sesiones de fisioterapia adecuadas.
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El síndrome cervical de pantalla se manifiesta como tensión y dolor en la zona del cuello, acompañado de rigidez y reducción de la movilidad. Su causa principal radica en la postura que adoptamos al utilizar estos dispositivos, especialmente al inclinar la cabeza hacia adelante para ver la pantalla. Mantener esta posición durante largos períodos ejerce una presión excesiva sobre los músculos del cuello y los hombros, lo que puede resultar en dolor y malestar.
Los síntomas del síndrome cervical de pantalla pueden incluir:
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Si experimentas estos síntomas, es recomendable consultar a un profesional de la salud. Afortunadamente, hay varias medidas que puedes tomar para prevenir y aliviar el síndrome cervical de pantalla. Aquí tienes algunos consejos útiles:
El síndrome cervical puede tener diversas causas. Un trauma agudo, como un accidente automovilístico o una caída, puede provocar lesiones en ligamentos, músculos, discos y vértebras del cuello, generando síntomas. Asimismo, actividades que implican movimientos repetitivos del cuello o posturas prolongadas con la cabeza hacia abajo, como trabajar con computadoras o practicar ciertos deportes, pueden contribuir a su desarrollo. También hay condiciones médicas, como la artritis reumatoide y la espondilosis cervical, que pueden causar cambios degenerativos en las articulaciones del cuello, lo que a su vez puede dar lugar al síndrome cervical.