¿Despiertas con la garganta áspera y rasposa, como si hubieras tragado un erizo? No te angusties, el dolor de garganta matutino es más frecuente de lo que crees y, aunque resulte incómodo, suele ser leve y autolimitado. ¿Por qué ocurre esta molesta sensación? A continuación te sacamos la duda.
- El sueño reduce la producción de saliva, que actúa como un lubricante natural y ayuda a proteger la garganta. Sin suficiente saliva durante la noche, los tejidos de la garganta pueden irritarse, causando dolor al despertar. Puedes usar un humidificador o beber agua antes de acostarte.
- Muchas personas, inconscientemente, tienden a respirar por la boca mientras duermen y esto disminuye la humedad en la garganta, contribuyendo a la irritación y al dolor. Busca posiciones cómodas y trabaja en tus hábitos para dormir.
- Las alergias a ácaros del polvo, polen u otros alérgenos pueden desencadenar irritación en la garganta durante la noche. Evítalo manteniendo tu habitación limpia y ventilada, y reduce tu exposición al polvo y al polen.
- El reflujo gastroesofágico puede ser una causa subyacente del dolor de garganta al despertar. Cuando el ácido del estómago fluye hacia el esófago, puede irritar la garganta. Evitar comer antes de acostarse y mantener la cabeza elevada durante el sueño puede ayudar a prevenir el reflujo ácido.
- El estrés puede manifestarse de diversas formas, incluyendo el dolor de garganta. Si te sientes estresado, es posible que tu garganta se resienta. Puedes practicar yoga, meditación o ejercicios de respiración para reducir el estrés.
Toma nota de estos consejos para amanecer de buena manera, pero si el dolor de garganta es intenso o no mejora con estos consejos, consulta a un médico para descartar otras causas más graves.