El Puente de Bubas ilustra la evolución de la movilidad en la ciudad de Puebla, pasando del uso peatonal al vehicular. Su desarrollo y ampliación ocurrieron durante los siglos XVII, XVIII y XIX. Además, el puente desempeñó un papel crucial en el traslado de enfermos de la peste bubónica. Si quieres saber más sobre esta icónica locación del Estado de Puebla no te pierdas esta nota de El Universal Puebla.
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El Puente de Bubas, también conocido como Puente de Amalucan, data del siglo XVII y está situado en el Barrio de La Luz, en la ciudad de Puebla. Este antiguo puente cruzaba el río San Francisco, también conocido como río Almoloyan, y proporcionaba una conexión directa entre la ciudad y el Hospital de las Bubas, que se refería a los síntomas del mal conocido en la época como humor gálico o mal francés, hoy identificado como sífilis.
Conoce la historia del Puente de Bubas de Puebla
La ciudad de Puebla fue fundada en 1531 a orillas del río San Francisco. Los primeros religiosos en establecerse en la ciudad fueron los franciscanos, quienes recibieron terrenos para construir su convento e iglesia desde el inicio.
Cuando una parte de los habitantes de la nueva ciudad se trasladó al lado occidental para ampliar el asentamiento, surgió la necesidad de cruzar el río. El puente más antiguo conocido era el del convento franciscano, que conectaba el barrio de El Alto con el centro de la ciudad. Este puente, construido en 1555 por orden del corregidor don Luis de León Romano, tomó el nombre del convento y fue uno de los primeros en facilitar el tránsito en la región.
Este puente sirvió como una barrera para aislar a los enfermos de la peste bubónica del resto de la población, ayudando a prevenir la propagación del contagio. Además, funcionaba como una separación entre los barrios y el núcleo de la ciudad, que en esa época era conocido como la ciudad y que hoy corresponde al Centro Histórico.
Con la construcción del Bulevar Héroes del 5 de Mayo en la década de 1960 y el entubamiento del río San Francisco en 1946, el puente quedó completamente oculto y permaneció así hasta que, en 1999, durante unas excavaciones de obra pública, surgió la idea de su rescate y restauración. En diciembre de 2014, el puente fue abierto al público para exhibir el interior de uno de sus arcos, que representa aproximadamente un tercio del puente original.