El pollo es parte importante de la alimentación de millones de mexicanos. Sin embargo hay una práctica que solemos realizar y que es uno de los errores más graves que podemos cometer: lavarlo antes de cocinarlo. Esto puede propagar la bacteria campylobacter, un microorganismo comúnmente encontrados en este alimento crudo.

Lavar el pollo crudo podría causar infecciones. Foto: Cuartoscuro
Lavar el pollo crudo podría causar infecciones. Foto: Cuartoscuro

Habitualmente lo hacemos en la tarja donde, por lo general, hay utensilios de cocina, cubiertos, platos, sartenes y otro alimentos, a los que le pueden caer gotas infectadas del agua que estamos utilizando, siendo ahí el comienzo de la contaminación cruzada. La OMS explica que la campylobacter "es considerada como la causa bacteriana más frecuente en gastroenteritis, en el mundo. Y pueden ser mortales en niños muy pequeños, personas de edad e individuos inmunodeprimidos".

Además, esta intoxicación, puede generarte dolores de cabeza, abdominal, nauseas, fiebre y fatiga. Ante esto es necesario saber de qué manera lavar la carne para evitar que esto ocurra y la respuesta es simple: tienes que evitar que caigan chorros grandes de agua o con mucha presión. Lo ideal es que corra suavemente y que la distancia sea lo más corta posible porque reducirá las salpicaduras hacia sitios alejados del fregadero.

También es importante lavar el pollo durante el menor tiempo posible porque esto va a minimizar las salpicaduras y por ende habrá menos contaminación en el área del fregadero. Por último, tienes que limpiar con profundidad este sector con agua caliente y jabón para evitar que se propaguen las bacterias.

Recomendaciones para manipular el pollo

  • Lávate las manos: antes y después de manejar el pollo crudo, es esencial lavarse bien las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos. Esto ayuda a eliminar cualquier bacteria presente en la piel y evita la propagación de contaminantes a otros alimentos o superficies.
  • Usa utensilios y tablas de cortar: utiliza utensilios de cocina y tablas de cortar separadas para el pollo crudo y otros alimentos, especialmente aquellos que se consumen crudos, como frutas y verduras. Esto evita la contaminación cruzada y reduce el riesgo de propagación de bacterias.
  • Almacena adecuadamente: al refrigerar el pollo crudo, asegúrate de mantenerlo en un recipiente o bolsa hermética para evitar que los jugos del pollo entren en contacto con otros alimentos en el refrigerador. Esto ayuda a prevenir la contaminación cruzada y mantiene los alimentos seguros.
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