Es común que las personas que han sufrido alguna lesión en huesos y articulaciones sientan molestias durante la época de frío y se pregunten por qué sucede. Por lo que te decimos, ¿qué hay detrás del dolor?
En general, existe la percepción de que, con el frío, se activan dolores articulares que se pensaban superados y ya no se sentían. Por ello, la presencia de dolor se asocia de manera directa con las bajas temperaturas, pero es necesario conocer las causas de fondo.
El frío se relaciona con dolores estacionales y las denominadas reumas. Sin embargo, lo que realmente sucede es que el frío y la humedad hacen que los músculos estén más contraídos y entumecidos, lo que provoca más contracturas y dolencias, pero no dolor en los huesos.
En realidad, el clima no influye en la prevalencia ni en las causas que desencadenan las enfermedades reumáticas, pero sí incide en la percepción o sensación de dolor en quienes padecen algún problema articular.
Concretamente, las enfermedades o afectaciones del organismo están presentes, pero el clima frío contribuye a que se manifiesten síntomas como el dolor.
Los especialistas explican que, en presencia de un clima frío, el corazón disminuye el gasto cardíaco, se desacelera la circulación de la sangre y aumenta la tensión muscular. Esta contracción muscular deriva en la percepción del dolor, aunque no debe ser motivo de alarma.
En el caso de quienes padecen alguna enfermedad reumática u otro tipo de dolencias, lo adecuado es:
Abrígate bien y mantén hábitos saludables para sobrellevar los días fríos de manera cómoda y con menos molestias.