En Puebla, un estado en el que la migración a Estados Unidos es una de las constantes, los niños y jóvenes tienen que ganarse la vida de otras formas, una de ellas es el jaripeo.
A pesar del riesgo que implica montar un toro, los adolescentes y niños se atreven a montar a un animal de entre 700 y 1000 kilos a cambio de dinero.
El fin de semana, la muerte del joven de 15 años, José Alberto Enríquez Báez, conocido como "El niño de oro", conmocionó por la corta edad del jinete.
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"El niño de oro" era jinete de la ganadería "Rancho los morros", una empresa que se dedica al espectáculo de shows de jaripeos de toros en Puebla, Morelos y el Estado de México.
La ganadería recordó al "Niño de oro" en redes sociales con una publicación, en la que le agredecieron los torneos en los que participó.
En un video difundido por "Adicción jaripeyera" en Youtube se observa el momento en que José Alberto se persigna antes de montar al toro, que en una de las suertes lo arrastró y finalmente, lo embistió.
Según los carteles en los que se promocionan los jaripeos, como el de ocurrido en Atlixco, Puebla, en donde falleció el adolescente, se indica que el premio para el jinete ganador es de 30 mil pesos.
La entrada para dichos eventos, generalmente cuesta 50 pesos y los niños entran gratis.
Amén de la muerte del jinete de 15 años en Atlixco, el grupo "movimiento animalista de Puebla" asegura que en los jaripeos, corridas de toros y peleas de gallos hay maltrato animal.
"El 70% de los poblanos considera que ningún espectáculo debería tener la participación de animales", aseguran en su página web.
Ante esa problemática, el grupo animalista pide a la sociedad impulsar en Puebla espectáculos en los que no haya animales para evitar su maltrato.