El Cerro de Amalucan, ubicado al norte de la capital poblana, es un lugar envuelto en historias y leyendas que combinan su importancia histórica con un misticismo inquietante. Aunque conocido por su valor ecológico y recreativo, el cerro también alberga relatos oscuros que han sido transmitidos de generación en generación.
Durante la Batalla del 5 de mayo de 1862, el ejército francés estableció trincheras en este cerro para atacar la ciudad. Sin embargo, la historia de Amalucan se remonta a miles de años atrás, cuando, según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), funcionó como un centro ceremonial en el periodo preclásico, similar a la ciudad sagrada de Cholula.
Se cree que bajo la superficie del cerro se encuentran los vestigios de una pirámide de grandes dimensiones, comparable o incluso superior a la de Cholula, cuya exploración podría tardar entre 10 y 15 años.
A lo largo de los años, el Cerro de Amalucan se ha convertido en un sitio de leyendas y misterios. Entre los habitantes locales, se dice que en las noches aparecen fantasmas de soldados caídos en batalla, y que extrañas figuras vestidas de negro se adentran en los árboles.
Se han escuchado cantos extraños a altas horas de la madrugada, avistado bolas de fuego y, en ocasiones, se han encontrado restos de animales y hasta cráneos humanos, lo que ha añadido una atmósfera de terror a la zona.
Dentro de los hallazgos arqueológicos también se encontraron cuevas que se cree que pueden tratarse de túneles como los hallados en el primer cuadro de la ciudad que comunica con la zona de Los Fuertes de Loreto y Guadalupe, aunque eso aún no está confirmado.
Los relatos de aquellos que han ingresado a las cuevas mencionan que, a medida que se avanza, la respiración se vuelve más dificultosa, lo que sugiere condiciones poco seguras.
Cerca de las misteriosas cuevas, se encuentra el Parque Cerro de Amalucan uno de los principales pulmones naturales de Puebla. A pesar de su relevancia ecológica, ha sufrido un notable deterioro, lo que ha contribuido a crear un ambiente de misterio.
En este lugar se levantan estatuas de ángeles que han dado pie a numerosas historias. Algunos afirman que estas figuras representan ángeles caídos, y desde su instalación se han incrementado los relatos de fenómenos paranormales, incluso se dice que una de ellas simboliza a Lucifer.
Las personas que viven en dicha colonia, aseguran que desde que se colocaron las estatuas de ángeles en el Cerro de Amalucan, la “actividad paranormal” en la zona ha aumentado notablemente.
Se dice que durante la noche se pueden escuchar lamentos y gritos desgarradores, mientras que otros han reportado la presencia de sombras inquietantes que se ocultan entre los árboles.
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Este halo de misterio ha acompañado también a la Hacienda San Juan Bautista Amalucan, ubicada en las faldas del cerro.
Construida en 1584 por Jesuitas y dedicada a la cosecha de maíz, la hacienda también ha sido testigo de historias oscuras. Durante la batalla del 5 de mayo, fue ocupada por los batallones franceses. Posteriormente, tras años de abandono, la hacienda comenzó a ser restaurada en 1998, pero aún conserva su aire enigmático.