El covid-19 aún no termina y ahora los ojos del mundo giran en torno a las nuevas variantes, que han ido surgiendo y mutando con la finalidad de sobrevivir en el cuerpo y evadir la respuesta inmune de las vacunas.
Tal es el caso de las nuevas subvariantes BQ.1 y BQ.1.1 de Ómicron, conocidas como “perro del infierno” o “cerbero”, ya que, según los expertos, estas se incrementarán a finales de noviembre y principios de diciembre.
Por el momento, solo representa el 2,7% de los casos, siendo todavía BA.4 y BA.5 las dominantes.
Sin embargo, no conviene bajar la guardia, ya que, como su apodo lo dice, son sumamente peligrosas. Te explicamos el porqué:
El origen de este apodo ha surgido en redes sociales, algunos internautas la han bautizado como “perro del infierno”, haciendo referencia a la mascota de Hades, dios de la mitología griega y que cuida las puertas del inframundo.
El experto Cornelius Römer, científico de la Universidad de Basilea, advirtió a principios de octubre en su cuenta de Twitter que la BQ.1.1 «impulsará una ola de variantes en Europa y América del Norte antes de finales de noviembre» y asegura que será de las más contagiosas hasta el momento. A pesar de estas palabras, aún no hay estadísticas de cómo afectará a las personas.
Hasta el momento, no se han reportado casos en México. Sin embargo, estas variantes ya han sido detectadas en cinco países de la Unión Europea, por lo que se espera que en las próximas semanas sea la variante predominante en gran parte del territorio europeo.
Los síntomas de esta nueva variante BQ.1 y sus subvariantes, produce los siguientes síntomas:
Dolor de garganta
Tos
Malestar general
Afonía
Diarrea
Secreción nasal