El estado de Puebla tiene varios panteones donde puedes celebrar el Día de Muertos de la manera más tradicional y además, puedes tomarlo como un viaje turístico para conocer más sobre la cultura.
En ellos se conserva la tradición de velar a los difuntos en el camposanto en medio de un ambiente colorido y festivo.
Tlacotepec de Benito Juárez es un municipio que se ubica a casi dos horas de la capital poblana, cerca de Tehuacán.
Ahí son conocidos porque en sus 10 panteones principales, cada 1 de noviembre, velan a quienes ya se fueron.
Destacan los alimentos tradicionales, el encendido de ceras y las reuniones familiares con un ambiente de respeto y fiesta.
Xochitlán de Todos Santos es un municipio de la Mixteca poblana que cada noviembre le hace honor a su nombre, pues entre la noche del 1 y la madrugada del 2 de noviembre celebran la Noche que Nadie Duerme para velar a sus difuntos.
En este caso, su tradición tiene una relación con el catolicismo, pues se bendicen las velas y otros elementos y cierran la jornada con una misa de gallo.
También está a casi dos horas de Puebla y para llegar hay que tomar el camino desde Tehuacán.
Una opción más cercana a tan sólo una hora de Puebla es la del municipio de Tochimilco, que está pasando Atlixco y con dirección a Izúcar de Matamoros.
En este caso, además de poder disfrutar de las veladas en un panteón, conocerás de cerca sus altares monumentales que si bien son famosos en Huaquechula, que está cercano, ellos también los elaboran según su propia tradición.
El municipio es conocido por la elaboración del papel picado y por las flores de temporada que se producen en la región.