El santuario de Cuacolandia está nuevamente de luto tras la reciente pérdida de Dólar, un noble caballo alazán criollo que fue rescatado con graves lesiones en su miembro posterior izquierdo y a quien se le tuvo que aplicar la eutanasia para evitarle más sufrimiento.

Dólar presentaba un caso severo de infecciones en las articulaciones, tras haberse arrancado accidentalmente el casco, lo que le provocaba un dolor constante y progresivo.

A pesar de los esfuerzos del equipo del santuario por aliviar su sufrimiento, el diagnóstico final reveló que su condición empeoraría con el tiempo, ya que su peso adicional afectaría sus extremidades funcionales, causando complicaciones como laminitis.

Los responsables de Cuacolandia, con gran pesar, tomaron la difícil decisión de inducir a Dólar en eutanasia para evitarle más dolor, ya que no era candidato a recibir una prótesis debido a la evidente claudicación y el proceso doloroso que conllevaría una amputación.

La noticia fue compartida públicamente en las redes sociales del santuario, donde agradecieron a todos aquellos que contribuyeron al rescate de Dólar y aseguraron que sus últimos días estuvieran llenos de paz y tranquilidad.

Asimismo, el santuario aprovechó para hacer un llamado a la sociedad, instando a denunciar a tiempo los casos de caballos en condiciones deplorables, con el fin de evitar que se lleguen a situaciones extremas como la de Dólar, y darles una oportunidad de recuperación como muchos otros equinos en Cuacolandia.

¿Cuál fue la historia de Dólar?

Dólar, un caballo alazán criollo, fue rescatado en agosto de 2024 tras haber sobrevivido durante más de seis meses en condiciones deplorables. Este noble equino había perdido el 90% de su casco posterior izquierdo, lo que le causaba un sufrimiento indescriptible.

A pesar de su evidente dolor, su propietario, un hombre de Ixtapan de la Sal, Estado de México, se negó a permitir que lo revisara un especialista, incluso cuando algunos vecinos se ofrecieron a cubrir los gastos.

Alegando que lo "necesitaba para trabajar", el dueño ignoró las condiciones de Dólar, quien soportaba su dolor solo por instinto.

La insensibilidad del propietario conmocionó a quienes conocieron el caso, y tras denunciar la situación a la PROPAEM, el equipo de Cuacolandia acudió al rescate de Dólar. Al llegar al santuario, Dólar recibió la atención que tanto necesitaba, aunque su pronóstico nunca fue favorable.

Durante su estancia en Cuacolandia, fue tratado con el mayor cuidado, buscando brindarle la dignidad y paz que le habían sido negadas durante tanto tiempo.

Aunque se sabía que las posibilidades de una recuperación completa eran escasas, el equipo de Cuacolandia prometió luchar no solo por el bienestar de Dólar, sino también por exigir una sanción ejemplar contra el dueño insensible.

Tres meses después de su rescate, y tras intentos médicos para aliviar su dolor, se tomó la decisión de aplicar la eutanasia a Dólar. Su condición era irreversible, y mantenerlo vivo solo prolongaría su sufrimiento.

Este suceso ocurre pocos meses después del fallecimiento de Elena Larrea, fundadora de Cuacolandia, quien dedicó su vida a la protección de caballos, burros y mulas. Su legado sigue vivo a través del trabajo de su equipo en el santuario, que también ofrece equinoterapia y recibe visitas del público con previa cita.

Cuacolandia, ubicado en Haras del Bosque, Puebla, sigue siendo un refugio de amor y cuidado para animales rescatados, donde la memoria de Elena y su labor altruista continúan siendo honradas.

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