Una estampa que hace años no se recordaba en la ciudad de Puebla es la que esta mañana se vio en las calles del Centro Histórico.
El Paseo Bravo, ubicado en la 11 Norte-Sur y Reforma, lució cubierto de blanco, por el granizo acumulado tras la tormenta.
Fue la tarde-noche del domingo 14 de noviembre cuando los poblanos y turistas fueron sorprendidos por una intensa lluvia acompañada de granizo y tormenta eléctrica que cayó sobre la ciudad de Puebla.
Las calles del Centro Histórico amanecieron blancas por el granizo acumulado tras la tormenta del domingo 14 de noviembre
Hoy, las calles dan muestra de esa sorprendente cantidad de granizo que hace años no se veía.
Una densa capa de hielo fue motivo para que los curiosos, principalmente niños, se atrevieran a jugar y formar montones de nieve.
Hasta los adultos terminaron por ceder y divertirse con el granizo, un elemento muy propio de la temporada de invierno, pero muy inusual para la capital del estado.
El granizo se mezcló con las hojas verdes de los árboles que distinguen a esta plaza.
Personal del Servicio de Limpia del Ayuntamiento de Puebla, con ayuda de palas, recogió parte de los estragos generados por la lluvia de anoche, principalmente en las coladeras de la ciudad.
Conforme avanzaron las horas, el calor del sol poco a poco fue derritiendo los cúmulos de hielo, que nadie sabe hasta cuando se vuelvan a ver en la ciudad.