Los edificios, por supuesto, incluidos los hoteles, no tienen piso 13, por lo que del piso 12 pasan de inmediato al 14.
Pero, ¿por qué se dice que el 13 es un número de mala suerte?
Ello, de acuerdo con la memoria popular tiene su origen en la edad media, el número 13 era considerado un representante de los malos presagios.
Pero este número y su misticismo se traslada también a los martes, en cuyo caso la conseja popular reza: “martes 13 ni te cases, ni te embarques y ni de tu casa te apartes”.
Un día en el que hay que estar tranquilos, no iniciar negocios, entablar relaciones o iniciar viajes, para según los supersticiosos evitar afectaciones.
En el plano del misticismo, el número 13 en el Tarot está relacionado con la muerte, las malas vibras y las pérdidas.
En el catolicismo, hay que recordar que Jesús solo tuvo 12 apóstoles y durante la última cena se reunieron 13 personas en la mesa.
Asimismo, la Cábala judía habla de 13 espíritus malignos.
El 13 es el número después de la finalización de un ciclo de 12 y se relaciona con un nuevo inicio, pasando, previamente, por la disolución.
De hecho, si se revisa rápidamente vemos que el reloj tiene ciclos de 12 horas, los meses del año también son 12.
Y existen las docenas, incluso para realizar compras, por ejemplo, de rosas o la gruesa, que es una docena de docenas, es decir, 144 piezas.
Otra versión establece que el martes está consagrado a Marte, el Dios de la guerra, la violencia y la destrucción, y al confluir con el día 13 de cada mes, se concentran los malos presagios.
En fin, hay múltiples explicaciones y referencias negativas en torno al martes 13 como un día de desgracias y mala suerte.
Pero lo cierto es que, se carece de un sustento científico, pero de cualquier forma, la mala fama precede a los martes, por su connotación de guerra y el número 13, que al conjuntarse provocan temor. Una pareja explosiva, dirían algunos.
Otro día que tiene un significado especial es el viernes 13, pero esa, como dijo la nana Chona, es otra historia.