Nacida en Tehuacán, Puebla el 19 de septiembre de 1934, Marícruz Olivier, es considerada como una actriz emblemática de su generación.
María de la Cruz Oliver Obergh fue hija de Jesús Erick Olivier Miranda y Mercedes Shirley Obergh, su padre fue de ascendencia francesa y su madre originaria de Estados Unidos.
Al iniciar la universidad se mudó a la Ciudad de México, donde estudió dos años de filosofía y letras, pero en esos mismos años descubrió que su pasión era la actuación, por lo que estudió también un par de años en la «Academia Andrés Soler».
Olivier fue descubierta el teatro universitario por el maestro Fernando Wagner, quien decía que la ojiverde "actuaba con los ojos", al tiempo que comenzó a destacar, gracias a su carisma.
Sus inicios en el Cine
Su primera incursión en el cine la tuvo en la cinta ‘Esos de Pénjamo’ de 1953, cuando tenía 18 años, al tiempo que en ese mismo periodo tenía apariciones como modelo para electrodomésticos, cuando los anuncios que aparecían en la televisión se realizaban en vivo.
En 1959 le llegó la oportunidad que la catapultó a la fama, cuando su mentor, el maestro Wagner la invitó a audicionar para la telenovela ‘Teresa’, escrita por Mimí Bechelani.
La trama de este melodrama transmitido por Telesistema Mexicano, giraba en torno a una mujer joven y ambiciosa (rasgo de personalidad que se asoció mucho con ella) que era capaz de negar a los suyos y manipular a los hombres para lograr lo que quisiera a costa del mundo.
Ese mismo año (1959), fue coprotagonista con Anabel Gutiérrez como una enamorada de Viruta y Capulina que eran una pareja de cómicos muy populares en ese tiempo en la película cómica "Angelitos del trapecio".
La telenovela ‘Teresa’, fue tan exitosa, que en 1961 se hizo una adaptación para el cine, siendo la misma Olivier quien la protagonizara y compartiendo créditos con algunas figuras consagradas del cine nacional, como Alicia Montoya, Manola Saavedra, Beatriz Aguirre y Andrea Palma.
Una carrera exitosa
Su singular belleza siniestra y su actuación cautivaron al público que creía en su trabajo. En 1983 respondió a una pregunta: "Los villanos me dieron fama. La gente odiaba mis papeles de maldita, pero solo hice cuatro en mi carrera. Sabía que ellos me odiarían.
En la mente de la gente no me quedaba como villana, pero sí una actriz. Cuando "Teresa" me detenían en la calle para decirme y advertir que no fuera una mala hija, ¡señorita compórtate mejor con tus padres! Otra gente me decía ¡que horrible conducta! Detrás de todo esto, yo hacía mi mejor interpretación", declaró.
A lo largo de su carrera filmó más de 50 películas y 20 telenovelas, además de que apareció en 17 obras de teatro.
Su última actuación fue en 1982, en la telenovela En busca del paraíso, dirigida por Ernesto Alonso, donde encarnaba a Patricia Dumont, una exactriz que era directora de una academia de actuación, en la que era acompañada por Laura Flores y Victoria Ruffo (en su único papel de villana), que eran debutantes en aquel momento
La calidad actoral de Maricruz resultó siempre indiscutible; podía interpretar a la perfección tanto el papel de odiada villana como el de abnegada víctima.
Algo que se recuerda de ella es que sus diálogos los podía desarrollar en situaciones muy cotidianas, usuales en el mundo real, pero inusuales frente a la cámara, como por ejemplo, estarse cepillando el cabello, frente a un espejo, mientras desarrollaba su parlamento.
Una vida personal complicada
Aunque nunca fue abiertamente hablado o confirmado por la actriz, se dice que era lesbiana y que incluso llegó a mantener una larga relación amorosa con la también actriz Beatriz Sheridan.
El haber tomado el rol principal en la película dirigida por Abel Salazar, 'Tres mujeres en la hoguera', que se volviera de culto para la comunidad LGBTQI, fue considerado como una declaración de hechos, aunque después Maricruz diría que odiaba la película y que se arrepentía de haber participado en ella.
Un paro cardiaco terminó con su vida
Maricruz Olivier contrajo cáncer de páncreas, que fue muy agresivo y aunque existen versiones de que, al llegar a los 32 kilos de peso y estar aquejada de terribles dolores, se suicidó, la causa de su fallecimiento fue un paro cardiaco mientras se encontraba en el Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubirán al sur de la Ciudad de México, el 10 de octubre de 1984, cuando tenía 50 años.
