En México, durante décadas, era común escuchar conversaciones sobre brujas y nahuales, lo que llevó a los segundos a convertirse en un mito urbano que prevalece hasta la actualidad. No son pocos los cuentos, mitos e historias urbanas que giran en torno a la figura de los nahuales.
Existe la creencia de que un nahual es un ser sobrenatural que tiene su origen en las culturas náhuatl y maya: una persona que tiene la capacidad de transformarse en un animal.
O bien, desde otro punto de vista, un animal que está ligado a una persona, como si se tratara de un signo zodiacal.
La palabra “nahual” proviene del náhuatl “nahualli”, que se refiere a un ser humano con la capacidad de transformarse en animal, lo que representa la conexión espiritual entre los humanos y el reino animal.
En general, se considera que toda persona tiene un espíritu animal que la protege y guía a lo largo de su vida.
Específicamente, a lo largo de la historia, la colectividad ha creído que los brujos o chamanes pueden transformarse en sus nahuales a voluntad.
Los nahuales, en consecuencia, están asociados con la curación, la adivinación, el control del clima y prácticas ligadas a lo que se considera como magia negra, donde se busca hacer el mal a alguna persona.
Incluso en redes sociales, se han compartido imágenes de supuestos animales que, por su aspecto, se consideran nahuales.
Entre los habitantes de pueblos e incluso ciudades como Puebla, en sus zonas rurales, ocasionalmente se especula sobre la presencia o avistamiento de nahuales, aunque hasta el momento no se ha podido acreditar ni documentar su existencia.
Sin embargo, no es raro que, en la proximidad de la celebración del Día de Muertos, se recuerde la figura de los nahuales, que pueden ser vistos como protectores o depredadores, dependiendo de cómo se utilice su poder.