Una alimentación equilibrada es fundamental para la salud, ya que reduce el riesgo de enfermedades como la diabetes, la hipertensión y ciertos tipos de cáncer. Consumir diariamente frutas y verduras permite obtener compuestos fenólicos, que son sustancias químicas presentes en diversos alimentos de origen vegetal, como frutas, verduras, nueces y semillas. Estos compuestos han sido objeto de numerosas investigaciones por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, lo que sugiere que podrían contribuir a la prevención del cáncer de mama. Si quieres saber más, no te pierdas esta nota de El Universal Puebla.
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Se estima que a nivel mundial hay 2.3 millones de casos nuevos de cáncer de mama, lo que representa el 11.7 % de todos los tipos de cáncer. Esta enfermedad ocupa el quinto lugar en muertes de mujeres; en muchos países, es una de las principales causas de fallecimiento, salvo en Nueva Zelanda, el norte de Europa, América del Norte y China, donde el cáncer de pulmón predomina, y en África, donde es el cáncer cervicouterino. En México, en 2020, el cáncer de mama fue la enfermedad más común, representando el 15.3 % de los casos, y se convirtió en la principal causa de muerte entre mujeres, con aproximadamente 29,929 nuevos casos y 7,931 muertes, lo que da una tasa de incidencia de 40.5 y una de mortalidad de 10.6 por cada 100 mil habitantes.
¿Cuál es la fruta que ayuda a prevenir el cáncer de mama?
Una fruta que se ha relacionado con la prevención del cáncer de mama es la granada. Esta fruta es rica en antioxidantes, especialmente en compuestos fenólicos y vitamina C, que pueden ayudar a combatir el daño celular y reducir la inflamación. Además, algunos estudios sugieren que los extractos de granada pueden inhibir el crecimiento de células cancerosas en el seno. Otras frutas como las fresas y las manzanas también son beneficiosas por sus propiedades antioxidantes y fibra. Incorporar una variedad de frutas en la dieta puede ser una estrategia efectiva para mejorar la salud en general y potencialmente reducir el riesgo de cáncer.
La granada tiene un impacto significativo en varios tipos de cáncer debido a sus propiedades únicas. Por un lado, suprime la activación del NF-kB, un complejo proteico clave en la respuesta inmune que, cuando está hiperactivo, puede promover la proliferación de células cancerosas en tumores de colon, mama y pulmón. Este complejo regula alrededor de 200 genes relacionados con la función inmunológica.
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Además, la granada combate la hipoxia, un mecanismo crítico que facilita el avance de más del 70% de los tumores al activar la angiogénesis, el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos que alimentan a los tumores. Se ha demostrado que el aceite de las semillas y el zumo de granada tienen un potencial antiangiogénico en células de cáncer de mama y de pulmón, lo que sugiere que pueden ser útiles en la lucha contra estos tipos de cáncer.
