Puebla es un estado lleno de historias, leyendas y tradiciones de hace varios siglos. En sus municipios hay narraciones envueltas en horror que, por años, retumban en los pobladores como parte de sus tradiciones. Una de las más mencionadas es la leyenda del Puente de los Duendes.
Los lugareños son advertidos desde muy pequeños de los peligros que enfrentarán si se acercan a este misterioso lugar.
En el municipio de Tehuacán estado de Puebla, hay un puente de piedra que fue construido para que los pobladores atravesaran el río sin mojarse y llevaran el cargamento de sus carretas con seguridad.
Se cree que en el puente habitan unos pequeños duendes que arrastran a las personas, sin importar su sexo o edad. Las personas que son arrastradas bajo este puente difícilmente pueden volver a salir. Solo una persona ha logrado escapar de tan terrible lugar.
Cuenta la leyenda que hace tiempo existió un señor que acostumbraba irse de fiesta con sus amigos todos los fines de semana, este hombre bebía enormes cantidades de alcohol, y regresaba a su casa ya muy noche y pasado de copas.
Al llegar a su casa, como era muy de madrugada, sintió mucho frío, por lo que decidió ir en busca de leña para encender una fogata.
La leña que se encontraba muy cerca del Puente de los Duendes, y ya sabiendo de los rumores que se le atribuían, el señor se apresuró a recoger un par de leños y se marchó.
Mientras caminaba de regreso a su casa, escuchó el fuerte cacareo de una gallina, al verla, su miedo se convirtió en hambre, ya que empezó a imaginarse una deliciosa cena por lo que decidió perseguirla. A pesar de que la gallina no se oponía para ser atrapada, el hombre fue incapaz de alcanzarla, y esta lo llevó hasta uno de los extremos del puente.
El hombre estaba completamente asustado, ya que conocía las historias de ese lugar, desesperadamente decidió cruzar el puente a toda velocidad, sin embargo, estando justo a la mitad del camino, sintió que la estructura se venía abajo.
En contra de su voluntad se encontraba en la oscuridad del puente, donde comenzó a escuchar risas malvadas y ruidos escalofriantes. Alcanzó a ver cómo la gallina se convertía en un pequeño hombre que lo veía con ojos de terror, este ser comenzó a arrastrarlo hacia abajo del puente.
El hombre empezó a rezar, “Padre nuestro, si mi carne es para los demonios, al menos deja que mi alma esté contigo en el paraíso.” Al escuchar estas oraciones el duende lo soltó y comenzó a hacer un ruido muy fuerte y alejarse poco a poco.
Al ver su oportunidad para escapar, corrió despavorido hasta perder el conocimiento. A la mañana siguiente, el hombre se encontraba tirado sobre el campo pensando que todo había sido un mal sueño, hasta que se percató de que su ropa estaba cubierta de plumas blancas bañadas en sangre.
Se dice que después de ese día dejó de beber y se mudo a otra ciudad, sin embargo, hasta la fecha la gente del lugar asegura ver y escuchar seres extraños en aquel puente durante las noches.
Y tú, ¿qué otras leyendas conoces de Puebla?