La China Poblana es uno de los personajes más emblemáticos de Puebla. Detrás de esta mujer hay una leyenda que ha trascendido generaciones.
En tiempos de las redes sociales, de reels en Instagram y videos en TikTok hay una nueva China Poblana, que en realidad es japonesa.
Se llama Risako Onishi y es una joven maestra de japonés que se enamoró de México y particularmente de Puebla.
Risako tiene 25 años y actualmente divide su tiempo en México y Japón. Cuando tenía 15 años vivió con una familia en Puebla, lo que le permitió hablar español con fluidez.
La japonesa poblana es influencer con presencia en varias redes sociales: YouTube, TikTok e Instagram, principalmente.
En algunos de sus contenidos ha compartido parte de su vida con sus seguidores. Risako tiene dos hermanos, ambos varones; ella es la "hermana sándwich". No tiene mascotas y es otaku.
Ha confesado no practicar algún deporte y considera como sus principales virtudes ser una persona honesta y amable.
Su color favorito es el morado; su comida preferida es el pozole, le gustan las mandarinas y su bebida es la cerveza. Entre sus pasatiempos están el ver contenidos en Netflix, le gusta música y cocinar.
Como buena centennial, un teléfono móvil es uno de los objetos que siempre lleva consigo.
Recientemente participó en la Expo Akai 2022, una convención en Puebla enfocada a la cultura y entretenimiento, principalmente anime, cómics, videojuegos, kpop, tcg, cosplay, etcétera.
Desde abril 2022, da clases en línea de japonés a través de su instituto Egao Nihongo. Puedes seguir a la japonesa poblana en su Instagram, al dar clic en este enlace.
Historia de la China Poblana
En algunos de sus materiales, Risako luce un tradicional vestido de China Poblana mientras pasea en Japón.
Acerca del conocido traje de la China Poblana, algunas versiones señalan a Catarina de San Juan como la responsable de dicha vestimenta.
Catarina de San Juan fue muy popular en la Puebla novohispana por su belleza y su manera de vestir.
En 1619, la joven mujer llegó a Puebla como esclava de la familia de Miguel de Sosa, quien la bautizó con el nombre de Catarina de San Juan.
Acostumbraba llevar faldas muy coloridas, con aplicaciones de chaquira y lentejuelas; en sus atuendos también incluía chalinas de seda de colores brillantes, peinetas en el cabello y otros accesorios que hasta entonces eran desconocidos en la Nueva España.
La vida de Catarina de San Juan estuvo siempre marcada por los cambios y la movilidad. Nació en el territorio del imperio mongol de la India, hacia 1605. Al nacer, fue llamada Mirra y debido a las invasiones turcas, tuvo que huir a las islas portuguesas.
En 1619, la joven mujer llegó a Puebla como esclava de la familia de Miguel de Sosa, quien la bautizó con el nombre de Catharina de San Juan.
Fue casada con un esclavo de origen chino, Domingo Suárez, con el cual se rehusó a hacer vida marital. (De ahí el sobrenombre de La China Poblana).
Catalina de San Juan tenía 82 años cuando murió en 1688, en el Convento de Santa Catalina.
Tenía fama de santa, aunque para detener esta adoración, la Santa Inquisición prohibió la reproducción de sus retratos. Sin embargo, en la Iglesia de la Compañía, una de las más emblemáticas de Puebla, están los restos de Catalina de San Juan, La china poblana.