A un grupo de 10 jóvenes poblanos se les ocurrió una idea, crear con una impresora 3D llaveros alusivos a la ciclovía poblana con la que han tropezado varios transeúntes, como una forma de recordar que se ha modificado en los últimos años la convivencia en la ciudad de Puebla entre los peatones, los automovilistas y los ciclistas.
FOTO: Agencia Enfoque para El Universal Puebla
Los emprendedores poblanos conforman una empresa llamada Inventoteca –que se fundó hace justo ocho años-, un laboratorio creativo abierto al público, ubicado en la 5 Poniente 134, en el que desarrollan proyectos educativos, de ciencia, tecnología, ingeniería y arte, asesorados por ingenieros en mecatrónica, especialistas en marketing, diseño gráfico y comunicación.
“(La inventoteca) es un laboratorio creativo, donde la gente puede venir a crear sus ideas, tanto si quieren las soluciones directas o hacer todo el proceso, se da asesorías a estudiantes, consultorías a las empresas y presentamos toda nuestra gama de herramientas y maquinaria para que puedan materializar sus ideas”, explica a El Universal Puebla, Carlos Daniel Sánchez Saldaña, uno de los integrantes del equipo de creativos a quienes se les ocurrió comercializar los llaveros.
En este espacio donde han llegado a desarrollar diversos prototipos, imprimen hasta 25 llaveros cada hora y en un par de días, desde que se volvieron virales por producir las piezas de plástico (el mismo que utilizan para los legos), ya llevan dos mil piezas comercializadas y han llamado la atención de otras entidades del país.
“Nos piden cotizaciones de varios estados, de Guadalajara, Ciudad de México, Tijuana, Chiapas, Querétaro, todos los poblanos dispersos en el país”, agrega, mientras las impresoras dan forma al plástico que más tarde pasará al proceso de etiquetado y la colocación del aro para que se vuelva un llavero.
Los llaveros tienen grabada la palabra Puebla, pero pueden personalizarlas con el nombre de la persona que lo compre si así lo desea.
FOTO: Agencia Enfoque para El Universal Puebla
¿Quién está detrás de Inventoteca?
El fundador de este espacio creativo es David Figueroa Castañeda, tiene 32 años, nació en Oaxaca, pero vive desde hace 18 años en Puebla, es ciclista y estudió desde el bachillerato en la ciudad y es egresado de la licenciatura en mecatrónica de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
No sólo asesoran a empresas, se han dedicado a apoyar a estudiantes de otras universidades para que concreten sus proyectos e inclusive han aportado con sus innovaciones a las actividades a distancia durante la pandemia, como su último proyecto Vapri, un prototipo que consiste en un carrito de plástico, impreso en 3D con una computadora que se conecta a internet.
El carro tiene una cámara, el usuario puede manipularlo desde cualquier parte del mundo si se conecta a internet, gracias a un link que se envía al celular de la persona que lo controla.
Durante la pandemia, cuentan David y Carlos Daniel, llevaron a cabo carreras a distancia con los prototipos, a los que les ponían obstáculos, una actividad con sana distancia y en los que pusieron en práctica parte de sus conocimientos.
Además, en dos ocasiones seguidas han sido de las pocas empresas mexicanas en participar en el CES (Consumer Electronics Show) en Las Vegas, en Estados Unidos, donde marcas como Samsung muestran sus productos antes de salir al mercado, con dos productos, uno educativo y otro de seguridad, que desarrollaron para dos empresas.
“La intención es que puedan hacer proyectos principalmente educativos, de ciencia, tecnología, ingeniería, arte, la intención es que en un fin de semana o un rato que vengas puedas salir con un prototipo, si tenías una idea de un producto que querías crear, aquí juntamos a la gente y tenemos las herramientas, los recursos y la experiencia, para que salgas con una idea fabricada”, dice David.