Es bien sabido que Marvel Cómics y DC Cómics sostienen un duopolio gigantesco dentro de la industria del cómic y sus producciones derivadas para el cine y la televisión, relegando a las casas independientes, como Dark Horse, Image, Dynamite o Valiant, a luchar entre sí por la mínima atención del consumidor, pero cuando logran captarla, es porque en sus manos se encuentra una obra destacable por su calidad en términos de historia, personajes, acción y estilo, lo cual, con el suficiente tiempo de por medio, junto al interés de productores y estudios en búsqueda de hacerle frente a los más grandes de la industria del cómic, logran llegar a las pantallas y solidificar su espacio en la cultura popular. Ha sucedido con Hellboy, Spawn y, más recientemente, con Invencible.
Publicado de 2003 a 2018, Invencible fue creado por Robert Kirkman, autor del cómic original de The Walking Dead – otra exitosa serie que duró al aire por más de 10 años –, basándose en su propia versión del arquetipo del Superman malvado, preguntándose qué sucedería si una figura como esta tuviera un hijo. Como resultado, la idea de Kirkman dio pie a 144 números donde se explora la vida y obra de Mark Grayson/Invencible en su camino por ser el pilar de su universo, enfrentándose a todo tipo de amenazas – mágicas, humanas, alienígenas, demoniacas –, confrontando la verdad oscura detrás de su padre y descubriendo, a través de mucho sudor y sangre, el significado de ser un héroe.
Una historia como esta llamó la atención de varios ejecutivos, quienes han buscado la forma de llevar al personaje, y a su universo completo, a la pantalla grande o al formato televisivo a toda costa desde sus primeras publicaciones. El camino fue complicado, especialmente bajo el ascenso del ahora titánico Marvel Studios, pero finalmente se inició la producción de una serie animada de Invencible cuando Amazon consiguió los derechos, asegurando que haría justicia en la adaptación completa de la historia, razón por la cual el formato televisivo animado era perfecto, pues no habría límite en llevar todo a la vida.
Las primeras dos temporadas, estrenadas desde 2021, han gozado de un gran recibimiento por parte de los fans y del público en general, quienes han reconocido el excelente trabajo actoral y en términos de guion detrás de la serie; sin embargo, el proceso de animación ha sufrido críticas y demandas enormes desde su estreno, con el estudio forzando un paso apresurado para mantener un lanzamiento de temporada anual desde 2023, aportando poco presupuesto, poco personal y entregando una animación que palidece ante cualquier serie al aire en el momento – tómese como referencia X-Men ’97 –. Con la llegada de la tercera temporada, la gente se pregunta: ¿la animación seguirá decayendo? ¿vale la pena tener un gran cast de voces con tanto sacrificio técnico? ¿podrá el guion sostener y enganchar por sí solo a toda la audiencia en un medio audiovisual?
Así llega a las pantallas de televisión Invencible – Temporada 3. Creado por Robert Kirkman (The Walking Dead, Tech Jacket), producido por Simon Racioppa (Isla de Mutantes, The Boys: Diabolical) y protagonizado por Steven Yeun (Nope, Minari), Sandra Oh (Grey’s Anatomy, Raya y el Último Dragón), J.K. Simmons (Whiplash, Spider-Man: Sin Regreso a Casa), Gillian Jacobs (The Bear, Rick y Morty), Andrew Rannells (Hairspray, Big Mouth), Walton Goggins (Fallout, Django Sin Cadenas), Chris Diamantopoulos (Blood of Zeus, Elementary), Zachary Quinto (Star Trek, Hitman: Agente 47), Ross Marquand (Avengers: Infinity War, Doctor Strange en el Multiverso de la Locura), Jason Mantzoukas (John Wick 3, El Dictador), Seth Rogen (Los Fabelmans, Super Mario Bros.), Sterling K. Brown (Pantera Negra, Frozen 2) y Jeffrey Dean Morgan (Watchmen, Desierto).
En esta tercera temporada continuamos el viaje de Mark Grayson/Invencible (Steven Yeun) en su camino para convertirse en el héroe más grande de la historia, lidiando con la destrucción dejada por su padre, el héroe hecho villano Omni-Man (J.K. Simmons), y una galería propia de enemigos que incluyen el regreso de una amenaza multiversal de manos de Angstrom Levy (Sterling K. Brown) y la llegada del arma más poderosa del Imperio Viltrumita, Conquest (Jeffrey Dean Morgan).
Comencemos con lo mejor. La actuación de voz, esto en su idioma original, continúa siendo absolutamente impecable, con cada uno de los actores, quienes cuentan con un largo historial de películas y series, entregando una serie de rangos impresionantes, desde los tonos más bajos y calmados, hasta lo más alto, pasando por sensaciones de verdadero horror, dolor, angustia y compasión.
Son cuatro actores quienes se llevan el máximo reconocimiento dentro de su actuación de voz: Steven Yeun, cuya interpretación como Invencible deja a la audiencia tan agotada, adolorida y llena de esperanza como el mismo personaje con cada palabra que emite; Gillian Jacobs, cuyo personaje, Samantha Eve/Atom Eve, toma la delantera como una voz de la razón, un pilar para la brújula moral de Invencible y cuya actuación se deja sentir en cada palabra, especialmente en los últimos episodios. Por su parte, los villanos principales – Angstrom Levy, interpretado por Sterling K. Brown, y Conquest, interpretado por Jeffrey Dean Morgan – se llevan toda la atención con su relativamente corta, pero impactante aparición dentro de la temporada, con Brown aportando un carácter lleno de ira, desesperación y odio, y Morgan entregando una versión salvaje y fría de un monstruo con propósito.
En cuestión de guion, la temporada continúa construyendo casi de manera perfecta cada uno de sus arcos individuales, aportando espacio a cada una de las líneas narrativas que se han germinado desde la primera temporada, mostrando como cada una de las decisiones crea consecuencias gigantescas hacia el futuro de la historia.
Cada arco se hila a un muy buen ritmo lleno de drama, acción, suspenso, todo combinado con una serie de arcos argumentales interesantes que colocan a los personajes entre la espada y la pared de conflictos emocionales y físicos, los cuales comienzan a navegar la delgada brújula moral sobre la regla dorada del heroísmo de la vieja escuela: no matar. Este es el eje principal de la temporada, llevar a los héroes hasta su máximo límite en un mundo donde los villanos, vigilantes y antihéroes parecen tener mayores oportunidades que cualquiera con genuinas buenas intenciones, planteando si vale la pena seguir un estricto código moral mientras incontables vidas se ponen en riesgo hasta llegar al punto en el que dicha regla sólo es para que el héroe pueda sentirse bien consigo mismo, manteniéndose sobre la naturaleza salvaje de sus antagónicos.
Lo anterior se expone de manera excelente en diferentes situaciones; sin embargo, cuando llega el momento de dialogar respecto a este debate, el guion genuinamente comienza a tambalearse de manera preocupante. Muchos de estos argumentos se llenan con diálogos redundantes que alargan de manera innecesaria las conversaciones y los conflictos, dando la ilusión, por momentos, de que los personajes no avanzan y se ahogan en su propio vaso de agua.
La animación, por su parte, deja mucho que desear. Es cierto que esta tercera temporada luce mucho peor que las dos anteriores, con movimientos extremadamente limitados, diseños y recolores de personajes reutilizados hasta el cansancio en el fondo, escenarios simples sin cambio alguno, entre otros, con la excusa, en esta temporada, de que todo el presupuesto y la calidad de animación fue dirigido hacia el final de temporada.
Dicho final es verdaderamente el mejor episodio de la serie hasta el momento, con un gran apartado, actuación de voz y guion, presumiendo todo el potencial que la historia tiene para elevarse como una de las mejores historias del Streaming en el momento. Sin embargo, el hecho que el final de temporada demuestre lo que la serie puede ser, termina por lastimar mucho más a los demás episodios, creando la preocupación de si Amazon comenzará a guardar el presupuesto para episodios importantes, dejando que lo demás muera por sí solo.
Al final, Invencible – Temporada 3 es una gran opción para entretenerte los fines de semana. La historia continúa avanzando de manera impecable, construyendo a sus personajes a través de viajes del héroe que ofrecen una mirada diferente dentro de un género que podría decirse ya saturado. Las actuaciones valen completamente la pena, pero la animación deja mucho que desear. Sólo se puede esperar que la próxima temporada reciba toda la atención, tiempo y presupuesto necesario, o de lo contrario, podría ser la última.
8.3/10