La investigación de sustancias alucinógenas o psicodélicas ha demostrado que mejoran el estado de ánimo de quienes las ingieren.
Un estudio reciente de Johns Hopkins Medicine, le administró dos dosis del fármaco alucinógeno psilocibina a un pequeño grupo de adultos con depresión, lo que produjo grandes y rápidas reducciones de los síntomas depresivos.
Los resultados de este estudio fueron publicados el 4 de noviembre de 2020 en JAMA Psychiatry, insinuando que la psilocibina podría ser eficaz para pacientes que tengan depresión.
“La magnitud del efecto que observamos fue casi cuatro veces mayor de lo que los estudios clínicos han demostrado utilizando los antidepresivos convencionales en el mercado”, señala Alan Davis, Ph.D., docente adjunto de Psiquiatría y Ciencias Conductuales en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
La psilocibina, una substancia que se encuentra en los llamados “hongos alucinógenos” esta sustancia, puede producir alucinaciones visuales, auditivas y alteraciones profundas.
La psilocibina de los hongos se convierte en psilocina en el cuerpo humano, la cual se enlaza con los receptores de serotonina del cerebro, esta hormona de la felicidad, es la encargada de generar sensaciones de bienestar, relajación, satisfacción y aumenta la concentración y la autoestima.
Algunos de los beneficios documentados, han demostrado que aumenta la creatividad, facilita la concentración, alivia el estrés, mejora el estado de ánimo, y acelera los reflejos.
Siempre y cuando las dosis sean bajas y las adecuadas, los estudios dicen que se puede empezar con 0.1 gramos.
En dosis mayores, pueden producir sinestesia, también es posible que se produzcan alucinaciones visuales más complejas, y efectos emocionales subjetivos, que pueden ir desde la hilaridad hasta un aumento en la ansiedad.
En nuestro país, el uso de hongos forma parte de las tradiciones de los pueblos indígenas.
Sin embargo, el código penal mexicano incluye la posesión de plantas y hongos alucinógenos y tradicionales como un delito grave, castigado con penas de entre cinco a 15 años de cárcel.
Aunque el mismo código penal establece que no se procesará a las personas en caso de usos ceremoniales, propios de los pueblos indígenas, esto no se ve reflejado en la práctica.
Actualmente, en nuestro país se sigue debatiendo el consumo de hongos y su uso tradicional. Cabe destacar que el año pasado se presentó una iniciativa de ley, propuesta en la Cámara de Diputados Federal, para reclasificar los hongos y el peyote dentro de las actuales normativas, Sin embargo, dicha iniciativa presentada y publicada en la gaceta parlamentaria no fue discutida en el pleno ni aprobada por la cámara, quedando en la congeladora legislativa.