Durante el Google I/O, la compañía estadounidense ha dado a conocer una serie de novedades dentro de sus productos y ecosistema, como el caso de la nueva ‘Vista Inmersiva’ de Google Maps.
La Inmersive View ya se había anunciado en los primeros meses del año, pero en esta ocasión se detallaron las características de esta funcionalidad, que aplica inteligencia artificial para ver cualquier parte del mundo en una reconstrucción en 3D.
La compañía señaló a través de un comunicado, que: "Gracias a los avances en la visión por ordenador y la inteligencia artificial, que nos permiten fusionar miles de millones de imágenes aéreas y de Street View para crear un modelo digital completo del mundo, estamos introduciendo una forma totalmente nueva de explorar con Maps".
La Vista Inmersiva se ha logrado fusionando miles de millones de imágenes, que permiten que los usuarios exploren de forma realista cualquier área de interés.
Durante la presentación de esta nueva funcionalidad, Google usó Londres como base de pruebas.
Y se pudo ver cómo lucen lugares emblemáticos de la ciudad, como la Abadía de Westminster o el Big Ben, ofreciendo una experiencia de visualización más realista y con mejor detalle arquitectónico.
Pero no sólo eso, esta herramienta ahora permite también modificar aspectos como la inclinación del sol a la hora de fijar la vista en algún lugar en específico, o incluso cambiar la meteorología, todo en un entorno renderizado en 3D.
La recreación de los sitios es tan real que incluso se pueden añadir detalles como pájaros volando sobre los edificios, paisajes animados, o reflejos corporales en el agua.
La herramienta permitirá además, conocer el interior de algunos lugares de ocio y gastronomía, con lo que el usuario tendría mejores elementos para tomar una decisión.
Durante la presentación, Google señaló que se planea lanzar esta herramienta en prácticamente cualquier dispositivo que pueda utilizar Google Maps.
El lanzamiento de la Vista Inmersiva se dará en un primer momento en ciudades, como Los Ángeles, Londres, Nueva York, San Francisco y Tokio, para finales de este año.
Una vez puesta en marcha en dichas ciudades, la función se iría extendiendo hacia otras ciudades en el mundo.