En Puebla, seguramente te has dado cuenta cómo las rentas en las colonias del centro histórico y en algunos municipios del estado se han disparado por los cielos. Estas zonas se han vuelto populares para vivir en la capital del estado y los extranjeros han sabido aprovechar.
En pocas palabras, las rentas de departamentos y casas están aumentando de precio para los poblanos, pero hay personas de otros países para quienes sí son accesibles; este comportamiento se debe a un fenómeno social que se conoce como gentrificación.
Según la RAE la gentrificación se define como: “Proceso de renovación de una zona urbana, generalmente popular o deteriorada, que implica el desplazamiento de su población original por parte de otra de un mayor poder adquisitivo”.
De acuerdo con la investigación Gentrification and Resistance in Latin American Cities, de los académicos Antoine Casgrain y Michael Janoschka, este fenómeno no es nuevo, puesto que apareció hace 50 años.
Los especialistas señalan que la gentrificación es un fenómeno de reconquista de las áreas centrales y consolidadas de las ciudades por el poder económico, en especial cuando se apropian de esos espacios agentes inmobiliarios privados y se busca la capitalización de renta del suelo. Casgrain y Janoschka aseguran que reproduce la desigualdad de clases.
Precisamente, en la CDMX hay una polémica entorno a este fenómeno, tanto así que el youtuber poblano Luisito Comunica explicó en un video el drástico incremento en los alquileres de la zona Condesa y advirtió que ya "no le alcanza el dinero para vivir en su casa".
Si bien es cierto, todo este fenómeno de la gentrificación puede ser muy beneficioso para sectores como la hotelería, el restaurantero o el inmobiliario, pues permite cobrar mayores cantidades por sus servicios; también tiene su parte negativa, ante el incremento desmedido de las rentas muchas personas que llevan décadas viviendo en colonias como el Centro Histórico, la Paz, y el municipio de Cholula, han sido desalojadas forzosamente y obligadas a tener que buscar un nuevo hogar, ante la estrategia inmobiliaria que pretende convertir a esas colonias en un paraíso para extranjeros enriquecidos.
Otro efecto negativo de la gentrificación, es la sobrepoblación, que al existir en una ciudad, causa desabasto de servicios, tal y como le ocurrió a Monterrey y la falta de agua que vivieron los regiomontanos. Además de la falta de servicios, se tendría que construir más viviendas con servicios y este tipo de infraestructura se paga con los impuestos.
Las y los expertos coinciden en que una posible solución a este fenómeno es la regulación inmobiliaria de los alquileres.