En temporada navideña es común ver calles y viviendas adornadas con luces y árboles multicolores, pero también hay quienes ponen todo su esmero al instalar su nacimiento.
Una de las maravillas que año con año deleitan la vista de niños y grandes, es el nacimiento que monta la familia Lázaro Roldán.
Se trata de uno de los nacimientos más emblemáticos en el municipio de Atlixco, donde se sigue la tradición que hace exactamente cien años emprendió Socorro Roldán Sánchez y su esposo Lázaro Sosa.

Así luce el nacimiento | Foto: maestra Verónica Lázaro
En la calle 2 Sur 905, de la colonia Prados Sur, todos los integrantes de la familia empiezan desde finales de noviembre con el movimiento para desempacar las figuras que conservan en varias cajas.
Limpian cada figura y la separan de acuerdo con los pasajes bíblicos, porque con 3 mil 600 piezas recrean desiertos, villas, lagos, palacios y praderas, en las que van colocando piezas de pastores, borregos, pozos, viviendas y trastes, entre otros.
El espacio, que durante 11 meses funge como la sala de la casa, en diciembre se convierte en un gran nacimiento donde colocan lama, paxtle, paja, papel corrugado, ramas de pino y metros de luces de colores. Todo amenizado con villancicos.
Los atlixquenses esperan cada año que la familia abra las puertas de su casa, para admirar las nuevas adquisiciones, porque año con año consiguen más figuras, algunas compradas y otras regaladas.
Desde hace cuatro generaciones, la familia se pone de acuerdo para el diseño que habrán de seguir y la tarea que cada uno debe cumplir, a fin de que todo tenga orden y un hilo conductor.
Los visitantes pueden conocer este monumental nacimiento, ya que la familia permite el acceso a su casa, de 12:00 a 22:00 horas, hasta el próximo 6 de enero.
Nacimiento de Catedral
Otro de los nacimientos que debes visitar si estas en Puebla, es el colocado en la curia de la Arquidiócesis de Puebla.
Este nacimiento, a diferencia del colocado en Atlixco, está conformado por apenas una docena de piezas, pero a los visitantes les admira porque el tamaño de cada una es semejante al de una persona.
Otra peculiaridad es que en este pesebre, la imagen de la Virgen María luce embarazada y sostenida de la mano de San José.
En la parte central del patio de la Curia, ubicada en la calle 16 de Septiembre 901, a unas calles de la Catedral de Puebla, también se mira a los tres Reyes Magos con sus regalos para el Niño Dios y borregos que posan en medio de la paja.
En vísperas de Navidad, el pesebre de madera aún luce vacío. Todo bajo velo de luces, festón, esferas y flores de nochebuena.