Puebla es una entidad con una amplia variedad gastronómica que se extiende hasta los antojitos que se preparan en sus poblaciones y comunidades más lejanas, como la sierra.
Alimentos y bebidas que, aunque se replican y preparan en algunos puntos de la ciudad de Puebla y otras localidades, tienen un sabor especial y más que peculiar cuando se consumen en los poblados y son preparados por las cocineras locales.
Sin duda los tlayoyitos de Teziutlán, elaborados con alverjón, son uno de los antojitos más peculiares, los cuales también se elaboran con haba y requesón.
No hay que confundirlos con los tlacoyos, ya que se trata de dos platillos diferentes.
Las tostadas de Huauchinango son tortillas tostadas en manteca, servidas con frijoles refritos, bañadas de su tradicional salsa de huachi con un toque de lechuga, cebolla y queso añejo.
Pero si prefieres algo dulce, el pay de manzana y pera de Zacatlán es otra delicia.
Por cierto, el pan de queso de este Pueblo Mágico, elaborado en horno de leña, no tiene comparación.
Obviamente que, en el renglón de las bebidas, es obligado hacer mención de las Manzanitas de Zacatlán, así como el café que se consume en la Sierra poblana.
Por su sabor y características peculiares, los antojitos de la Sierra poblana son replicados en algunas ciudades e incluso han llegado a la Ciudad de México, tal como lo compartió el canal de YouTube GastroLab, pero en definitiva no hay como consumirlos en sus lugares de origen.
En general, antojitos como las chalupas, las pelonas, las chanclas y los molotes también se preparan en la Sierra, pero pueden consumirse con mayor facilidad en la ciudad de Puebla y gran parte del territorio poblano.