La celebración de la temporada navideña viene aparejada de la posibilidad de incendios que tienen su origen, generalmente, en los árboles y los nacimientos.
Los cuales tienen como principal causa el sobrecalentamiento de los cables conductores de energía eléctrica.
El fuego no surge solo, es causado por una instalación deficiente o como consecuencia de una sobrecarga en las líneas de alimentación.
Estos son los errores más comunes al poner adornos navideños:
Uno de los principales errores consiste en conectar todas las series de luces o adornos a una sola extensión o centro de alimentación múltiple, sin considerar que se puede sobrecargar y provocar que todos los accesorios que conforman el árbol y el nacimiento terminen en llamas.
Un segundo punto, sin la menor duda, es la adquisición de series de luces de baja calidad, que al estar confeccionadas con un cable muy delgado pueden funcionar adecuadamente durante periodos cortos de tiempo, pero a la larga terminan por calentarse.
Y al hacerlo, se corre el riesgo de que provoquen un incendio.
Por lo que es inevitable recordar la eterna polémica sobre la calidad de las series chinas y las adquiridas en la fayuca.
Ya que otro factor es el estado de las extensiones que pueden colocarse para alimentar de energía eléctrica tanto al nacimiento como al árbol de Navidad y que no siempre cuentan con una protección adecuada. Y en no pocas ocasiones se pueden deteriorar por diversos factores, incluida la curiosidad de las mascotas.
Asimismo, no se suele tener en cuenta el periodo de vida útil tanto de las series de luces como los conectores múltiples, y las extensiones.
Otra causa de incendios y quizá la más conocida, es el hecho de dejar encendidas las luces por largos periodos de tiempo, lo que contribuye a que se sobrecalienten.
De ahí que lo recomendable sea no solo apagar, sino desconectar las luces antes de ir a dormir y durante el día, para solo encenderlas durante unas horas, con lo que se reducirá el consumo de energía eléctrica.
En redes circulan videos que muestran la rapidez con la que se propaga el incendio de un árbol de Navidad, como el publicado en YouTube por el canal Big Data Mx.
La Navidad, el árbol y el nacimiento son una bella costumbre, pero hay que tomar precauciones para reducir riesgos.
Y, con ello, evitar que el gozo se vaya al pozo.