La respiración profunda es una de las técnicas más efectivas para reducir el estrés en el cuerpo. Al respirar de manera lenta y profunda, se activa el sistema nervioso parasimpático, lo que ayuda a relajar el cuerpo y disminuir la respuesta al estrés. Esta práctica permite que el cuerpo entre en un estado de calma, reduciendo la producción de hormonas del estrés, como el cortisol. Además, la respiración profunda mejora la oxigenación de las células, favoreciendo la relajación muscular, la claridad mental y un mayor bienestar emocional. Si quieres saber más, no te pierdas esta nota de El Universal Puebla.
Lee más: Taxis Tsuru no se van de Puebla, este es su nuevo plazo para circular
Incorporar ejercicios de respiración profunda en la rutina diaria puede convertirse en una herramienta muy efectiva para gestionar el estrés de manera más eficiente y mejorar la salud en general. Al practicar la respiración profunda de forma regular, no solo se promueve la relajación inmediata, sino que también se fortalece la resiliencia frente a situaciones estresantes. Esta técnica ayuda a equilibrar las funciones del cuerpo, reduciendo la tensión muscular, mejorando la concentración y promoviendo un estado mental más sereno. Además, la respiración profunda puede tener efectos positivos a largo plazo, como la mejora del sistema cardiovascular, la reducción de la ansiedad y el fortalecimiento del sistema inmunológico.
¿Cuál es el sencillo ejercicio de respiración para reducir el estrés y la ansiedad?
Un ejercicio muy efectivo para reducir el estrés y la ansiedad es la respiración abdominal o diafragmática. Aquí te dejamos los pasos para realizarlo:
Ejercicio de respiración abdominal
- Siéntate cómodamente: Encuentra una posición relajada, ya sea sentada o acostada, y asegúrate de que tu espalda esté recta.
- Coloca una mano en tu abdomen: Esto te ayudará a sentir cómo se expande y contrae con cada respiración.
- Inhala profundamente: Respira lentamente por la nariz, asegurándote de que tu abdomen se eleve mientras inhalas (el aire debe llegar al diafragma, no solo a los pulmones). Tómate unos 4 segundos para inhalar.
- Exhala suavemente: Luego, exhala lentamente por la boca, dejando que tu abdomen se hunda de nuevo. Hazlo durante unos 6 segundos.
- Repite: Realiza este ciclo durante 5-10 minutos, concentrándote únicamente en tu respiración. Trata de hacer al menos 5 ciclos completos (inhala y exhala) por minuto.
Este ejercicio ayuda a calmar el sistema nervioso, reduce la ansiedad y promueve un estado general de relajación. Al centrarse en la respiración profunda, también se desvía la atención de los pensamientos estresantes, lo que contribuye a disminuir la tensión y promover el bienestar mental y emocional.
Lee más: Los 3 signos que recibirán un regalo de prosperidad del 4 al 6 de enero
Cuando respiramos profundamente, el cuerpo envía un mensaje directo al cerebro para que se calme y se relaje. Este proceso activa el sistema nervioso parasimpático, que es el encargado de contrarrestar los efectos del estrés. A su vez, el cerebro transmite este mensaje de relajación al cuerpo, lo que provoca una serie de cambios fisiológicos. Factores que normalmente aumentan cuando estamos estresados, como una frecuencia cardíaca elevada, respiración superficial y rápida, y presión arterial alta, comienzan a disminuir. A medida que la respiración se vuelve más lenta y profunda, el cuerpo entra en un estado de mayor calma, ayudando a reducir el estrés y promoviendo una sensación general de bienestar. Este ciclo de retroalimentación entre el cuerpo y el cerebro facilita la relajación profunda, favoreciendo una recuperación física y emocional más rápida.