En la primera quincena de noviembre de 2024, la ciudad de Puebla registró una inflación acumulada de 5.46 por ciento, ubicándose entre las diez localidades con la tasa más alta del país, de acuerdo con los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este aumento en los precios refleja un escenario económico desafiante para los habitantes de la región, quienes enfrentan incrementos en diversos productos y servicios. La cifra coloca a Puebla en una posición destacada dentro del panorama nacional, resaltando la necesidad de medidas que puedan mitigar los efectos de la inflación en la vida cotidiana de los ciudadanos. Si quieres saber más, no te pierdas esta nota de El Universal Puebla.
De acuerdo con el reporte quincenal, el índice de precios en la Angelópolis aumentó 0.09 por ciento, impulsado principalmente por las variaciones observadas en productos agropecuarios y las alzas en mercancías. Este incremento refleja los efectos de los ajustes en los costos de alimentos y otros productos básicos, los cuales continúan afectando el poder adquisitivo de los habitantes de Puebla. Las fluctuaciones en los precios de estos bienes son factores clave que contribuyen a la inflación, lo que hace que los consumidores enfrenten mayores gastos en su vida diaria.
¿Qué es la inflación y cómo afecta a mi bolsillo?
La inflación es un fenómeno económico que ocurre cuando los precios de la mayoría de los bienes y servicios en un país aumentan de manera generalizada y desordenada. Este aumento continuo de los precios provoca que el valor del dinero disminuya, ya que con la misma cantidad de dinero se pueden comprar menos productos o servicios. Como resultado, el poder adquisitivo de las personas se ve afectado, lo que puede generar una disminución en la calidad de vida, especialmente para aquellos con ingresos fijos. La inflación puede ser impulsada por diversos factores, como el aumento en los costos de producción, la escasez de productos o el exceso de demanda, y su control es un desafío clave para las políticas económicas de cualquier nación.
La inflación implica una disminución del poder adquisitivo del dinero. Cuando los precios aumentan de manera sostenida a lo largo del tiempo, significa que todo se vuelve más caro. Como resultado, con la misma cantidad de dinero, las personas pueden comprar menos bienes y servicios que antes. Este fenómeno afecta directamente el nivel de vida de los ciudadanos, ya que, aunque sus ingresos puedan mantenerse constantes, el costo de los productos esenciales como alimentos, vivienda o transporte puede superar su capacidad de compra, generando presión económica en las familias.
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El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) tiene como objetivo principal medir la variación en los precios de una canasta de bienes y servicios representativa del consumo de los hogares mexicanos. Esta canasta incluye productos y servicios que las familias adquieren de manera regular, como alimentos, transporte, vivienda, salud, educación y entretenimiento. El INPC se utiliza para calcular la tasa de inflación en el país, lo que permite monitorear cómo cambian los costos de vida a lo largo del tiempo y proporciona una herramienta importante para la toma de decisiones económicas por parte del gobierno, empresas y ciudadanos.
