La dieta básica mexicana se distingue por estar acompañada, en su mayoría, de una sabrosa salsa que complementa los platillos. Ya sea verde o roja, este condimento ha sido un elemento esencial en los hogares mexicanos durante siglos. Sin embargo, con el reciente incremento de los precios en las últimas semanas, la población lo percibe ahora como un artículo de "lujo" por el alto precio de las verduras. Si quieres saber más, no te pierdas esta nota de El Universal Puebla.
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Según información de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), en estados como Tamaulipas y Veracruz, se han registrado aumentos de hasta un 200% en el precio de ciertas verduras. Esta situación ha resultado en que los consumidores paguen considerablemente más por productos esenciales para la alimentación, tanto para el consumo en el hogar como en restaurantes y puestos de comida, donde también se han ajustado los precios.
La sequía ha tenido un impacto significativo en diversos productos alimenticios en México, como el tomate, azúcar, pepino, cilantro y frijol, provocando aumentos considerable en sus precios. Hasta la tercera semana de junio, se observaron incrementos notables en hortalizas como cilantro, verdolagas y espinacas. Por ejemplo, el precio del cilantro ha aumentado de 100 pesos a 360 pesos por racimo para los comerciantes, mientras que para los consumidores el costo ahora varía entre 8 y 20 pesos, dependiendo del estado, según datos del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM).
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Según la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), otros productos también han experimentado aumentos significativos: el brócoli se vende ahora a 60 pesos por kilo, el chayote ha alcanzado un precio de 70 pesos por kilo y la lechuga se reporta hasta 40 pesos por pieza, cuando anteriormente se encontraba en 25 pesos. En cuanto al jitomate, que ha mostrado una gran volatilidad en sus precios en los últimos meses, ha pasado de alrededor de 10 pesos a un precio promedio de 35 pesos por kilo.