Después de un viaje de 2 mil kilómetros y 30 horas por tierra, la jirafa Benito llegó a la ciudad de Puebla este martes 23 de enero.

Benito arribó el parque de conservación Africam Safari a las 4:35 horas, donde iniciará un proceso de adaptación e incluso tendrá que pasar unos días en cuarentena antes de que interactúe con otras jirafas.

De acuerdo con el director de Africam, Frank Carlos Camacho, su nuevo rebaño será completamente homogéneo, pues cuenta con siete jirafas que varían entre crías y adultos. Así que su integración será de las más esperadas por todo el personal de Africam.

Cabe destacar que el titular del parque también señaló que Benito es una jirafa joven, por consiguiente pronto “se convertirá en el gran semental de su manada”, dijo.





Pero ¿por qué Benito cautivó a todo México y a otros países del mundo? Esta es su triste historia.

El caso de Benito, más allá de un rescate, es una historia en donde se involucran intereses políticos, antes del bienestar de esta especie.

Durante 8 meses, Benito vivió un martirio al interior del Parque Central de Ciudad Juárez, pues tuvo que soportar temperaturas extremas a la intemperie. Desde los más de 40 grados en verano y temperaturas bajo cero en invierno.

Benito, con casi 4 años de edad, se encontraba en el zoológico Fiesta Safari de Culiacán, Sinaloa, hasta que el Gobierno de Chihuahua gestionó su traslado el 4 de mayo de 2023.

Esto como sustitución de Modesto, otra jirafa que permaneció en la misma zona por más de 20 años y como parte de una venta que, según ecologistas, implicó varios miles de pesos.



El traslado de Culiacán a Ciudad Juárez, duró 20 horas y Benito iba en una caja de un automotor que no fue adaptada para sus condiciones.

Sin embargo, desde su llegada al Parque Central de Ciudad Juárez, los ambientalistas señalaron que sus instalaciones no eran aptas para esta especie, por lo que El hecho fue considerado como maltrato animal.

Desde entonces, en redes sociales, activistas y organizaciones exigían su protección y un trato digno y respetuoso.

En redes sociales, las imágenes de Benito buscando un lugar para refugiarse del sol y con solo una sombrilla que le instalaron desató el enojo de la sociedad que insistía en su traslado a otro lugar más idóneo.

No obstante, el calor no fue el único sufrimiento de Benito, pues durante la temporada invernal, los ambientalistas señalaban que la jirafa tenía las pestañas congeladas y una deshidratación que volvió espesa su saliva.

Luego de meses de polémica, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) otorgó en el aval para su traslado a Puebla, donde vivirá con un clima más cálido y mejores condiciones para la vida de una jirafa.



Por último, cabe destacar que a diferencia del traslado de Culiacán a Ciudad Juárez, el cual se hizo en un remolque jalado por una camioneta, el viaje a Puebla se hizo en un contenedor especial con cámaras que monitoreaban a Benito, además de estar acondicionado para que su traslado fuera el adecuado, siempre bajo el cuidado y protección de Africam Safari.

Hoy Benito ya está en Puebla, en una zona protegida y formando parte de un programa mundial de conservación, con el monitoreo permanente de su salud y bienestar. Su triste pasado es historia.

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