Un problema común que enfrentan miles de personas durante el invierno ocurre en las noches, cuando deben ponerse la pijama y meterse a la cama. Este momento, aunque rutinario, puede resultar incómodo, ya que implica dejar momentáneamente el cuerpo expuesto a las bajas temperaturas. El contraste entre el frío ambiente y la calidez de la cama provoca que muchas personas terminen temblando de frío antes de que sus cuerpos se calienten completamente bajo las cobijas. Si quieres saber más, no te pierdas esta nota de .


 Estas prácticas ayudan a garantizar un descanso más reparador y confortable, sin interrupciones por el frío.

Foto: Producción El Universal Puebla
Estas prácticas ayudan a garantizar un descanso más reparador y confortable, sin interrupciones por el frío. Foto: Producción El Universal Puebla

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Es por ello que durante el invierno aumentan las búsquedas de consejos y recomendaciones sobre cómo pasar menos frío durante las noches. Las personas comparten entre sí estrategias para mantenerse cálidas y protegerse del frío, buscando maneras efectivas de mantener la temperatura confortable. Entre los consejos más comunes están el uso de cobijas térmicas, la colocación de alfombras en el suelo, o incluso métodos como el uso de botellas de agua caliente. Además, muchos se enfocan en cómo mantener caliente la habitación durante toda la madrugada, utilizando calefactores, sellando ventanas para evitar corrientes de aire o eligiendo ropa de cama adecuada. Estas prácticas ayudan a garantizar un descanso más reparador y confortable, sin interrupciones por el frío.


¿Cómo calentar un cuarto sin recurrir a un calentador?


Si no tienes un calentador, hay varias formas de calentar un cuarto durante el invierno utilizando métodos alternativos. Aquí te dejo algunos consejos:

  1. Aprovecha la luz solar: Durante el día, abre las cortinas o persianas para permitir que entre la luz solar, lo cual ayudará a calentar la habitación de manera natural. Cierra las cortinas al caer la noche para mantener el calor dentro.
  2. Usa mantas térmicas o edredones gruesos: Asegúrate de tener cobijas o edredones gruesos en tu cama y en los muebles. Las mantas térmicas, hechas de materiales como el vellón o la lana, son ideales para retener el calor corporal.
  3. Cierra las puertas y ventanas: Sella las rendijas de las ventanas y puertas con toallas o cintas adhesivas para evitar que entre el aire frío. Si tienes cortinas gruesas, úsalas para aislar mejor la habitación.
  4. Bolsas de agua caliente o botellas térmicas: Llena una bolsa de agua caliente o una botella térmica con agua caliente y colócala en la cama antes de acostarte. También puedes colocarla en tus pies o cerca del cuerpo mientras lees o trabajas.

Estos métodos no reemplazarán un calentador, pero son soluciones útiles para mantener una temperatura más cómoda durante las noches frías.


 Estas prácticas ayudan a garantizar un descanso más reparador y confortable, sin interrupciones por el frío.

Foto: Producción El Universal Puebla
Estas prácticas ayudan a garantizar un descanso más reparador y confortable, sin interrupciones por el frío. Foto: Producción El Universal Puebla

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Sin duda, las mantas térmicas y las botellas de agua caliente son dos grandes aliados para mantener el calor y traspasarlo a nuestros cuerpos, proporcionando un alivio invaluable durante las frías noches de invierno. Las mantas térmicas, fabricadas con materiales aislantes y cálidos como la lana o el vellón, retienen el calor corporal y nos envuelven en una capa protectora contra el frío. Por otro lado, las botellas de agua caliente, colocadas estratégicamente en la cama o cerca del cuerpo, ayudan a calentar rápidamente los pies y otras áreas expuestas, ofreciendo un confort inmediato. Ambos métodos son sencillos pero efectivos para asegurar una noche de descanso más cálida y agradable, incluso sin un calentador.




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