Algunos culpan a la ignorancia, mientras que otros creen que fue una mala jugada del destino, pero lo que es cierto es que la falta de asesoramiento financiero ocasionó que este boxeador mexicano sufriera uno de los fraudes más infames en la historia de nuestro país.

El boxeador mexicano Víctor Rabanales se convirtió en el supuesto “dueño” del Popocatépetl, al comprar por 30 mil dólares una parte del coloso. Sin embargo, esta mala decisión ocasionó que su carrera se fuera a la quiebra.

Su historia

De acuerdo con un sitio web dedicado a mantener actualizados los récords de boxeadores profesionales, Víctor Manuel Rabanales, también conocido como el “Rústico”, es originario del estado de Chiapas, en 1992 se convirtió en el campeón mundial peso gallo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) tras vencer al japonés Joichiro Tatsuyoshi.

Este triunfo hizo que el chiapaneco se encontrara en la cima del éxito, incluso se dice que llegó a ganar más de un millón de dólares en sus combates.

Sin embargo, el exboxeador solo pudo defender su título una vez, cuando perdió en 1993 ante el coreano Jung II Byun. Después llegó su retiro a la edad de 41 años, con un récord de 49 triunfos y 21 derrotas.

La estafa del Popocatépetl

Durante sus años gloriosos, el Rústico perdió fuertes cantidades de dinero por no haber recibido un asesoramiento correcto en términos de inversiones, además fue víctima de una de las estafas más grandes de nuestro país, cuando el ex púgil quiso comprar una parte de los terrenos del Popocatépetl, en la que pensaba colocar un gimnasio y granja de conejos.

De acuerdo con la entrevista que dio a la revista Proceso en el año 2010, unas personas lo llevaron a las faldas del mítico volcán para cerrar el trato, pero cuando les dijo que no le alcanzaba el presupuesto, se subieron a unas camionetas y lo abandonaron en la zona.

Acto seguido otras personas deshonestas los abordaron para concretar esa venta apócrifa por 30 mil dólares.

Rabanales relató al medio que aceptó el trato y hasta firmó unos papeles. Sobre el momento en el que se dio cuenta de que había sido estafado no se sabe nada, pero ciertamente después de este suceso la desgracia llegó para este boxeador, quien perdió dos departamentos y una casa en Texcoco al cometer el error de no registrarlas a su nombre.

Un suceso igualmente triste fue cuando, debido a la necesidad, tuvo que vender su cinturón del CMB por $5,000 pesos cuando tenía un valor de $15,000 dólares.

De acuerdo con algunos medios, Víctor Manuel Rabanales, terminó trabajando como franelero y cargador de frutas en el mercado de Texcoco

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