A través de sus redes sociales, Vargas Constantini expresó que los recientes deslizamientos ocurridos en la autopista Puebla-Orizaba han tenido un impacto negativo significativo en el tránsito, la seguridad vial y la economía de la región. Estos deslizamientos han causado bloqueos en la vía, generando retrasos y poniendo en riesgo a los conductores. Además, la situación ha afectado las actividades económicas locales, ya que el tráfico de mercancías y personas se ha visto severamente interrumpido. El funcionario subrayó la necesidad de tomar medidas urgentes para mitigar estos riesgos y garantizar el flujo seguro y eficiente en la autopista. Si quieres saber más, no te pierdas esta nota de El Universal Puebla.
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Asimismo, Vargas Constantini destacó que tanto las autoridades federales como los empresarios deben trabajar de manera coordinada para reabrir el tránsito de la autopista Puebla-Orizaba lo más pronto posible. Subrayó la importancia de una colaboración estrecha entre los diferentes sectores para implementar soluciones efectivas que no solo restablezcan la circulación vial, sino que también garanticen la seguridad de los conductores y la reactivación económica de la zona afectada.
El titular de la Secretaría Federal de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), Jesús Antonio Esteva Medina, informó que a finales de enero del próximo año, la autopista Puebla-Orizaba podría reabrir dos de sus carriles. Sin embargo, la SICT federal anticipa que la reapertura total de la autopista, con todos sus carriles habilitados, no se logrará hasta abril de 2025. Este plan tiene como objetivo mejorar el tránsito y garantizar la seguridad vial en la zona, mientras se realizan las obras necesarias para restaurar completamente la carretera afectada por los deslizamientos.
De igual forma, Jesús Antonio Esteva Medina mencionó que los trabajos en la zona de “El Mirador”, a la altura de las Cumbres de Maltrata, se están llevando a cabo de manera continua con el objetivo de lograr la apertura de la autopista lo más pronto posible. Estas labores se enfocan en estabilizar la zona afectada por los deslizamientos y garantizar la seguridad vial en el tramo crítico, buscando minimizar los impactos en el tránsito y en la economía de la región mientras se avanza en la restauración completa de la carretera.
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Jesús Antonio Esteva Medina añadió que aproximadamente 322 mil metros cúbicos de tierra cubren la autopista Puebla-Orizaba, lo que ha complicado las labores de limpieza y reconstrucción. Debido a la magnitud de los trabajos necesarios, precisó que estos podrían concluir hasta abril de 2025.
El 26 de octubre de este año, un deslave de tierra afectó gravemente la autopista a la altura del kilómetro 231, bloqueando el paso y causando interrupciones significativas en el tránsito. Desde entonces, las autoridades han estado trabajando de manera intensiva para limpiar la zona y restaurar la vía, pero se estima que la completa rehabilitación de la autopista tomará varios meses.